El fiscal Federico Delgado imputó hoy al senador Juan Carlos Marino, de la Unión Cívica Radical, por la denuncia de abuso sexual realizada por la empleada del Congreso Claudia Guebel, y en el partido tienen decidido soltarle la mano.

Ayer, legisladoras radicales firmaron un documento, junto a otras dirigentes del partido, en el que remarcan la necesidad de impulsar "una vía institucional en la lucha contra actos de acoso y abuso sexual". Aunque no nombraron a Marino, el comunicado hacía alusión a ese caso y a otros que comenzaron a circular, en las últimas horas, por los pasillos del palacio legislativo.

"Es primordial la creación de instituciones y protocolos, incluso dentro de nuestra estructura partidaria", subraya el comunicado, firmado por todas las diputadas y senadoras radicales y por referentes como Lilita Puig y María Luisa Storani. También suscribieron legisladoras provinciales y parlamentarias del Mercosur.

El silencio del partido con el caso de Marino es incómodo: todos conocían el comportamiento del senador con sus asesoras, por lo que protegerlo, en este contexto, se torna imposible. El vicepresidente del partido, Federico Storani, ensayó la semana pasada una suerte de respuesta "diplomática", que generó malestar entre las referentes femeninas de la UCR. Su hermana, de hecho, firmó el comunicado. 

Storani fue, por ahora, el único dirigente radical varón de peso que se manifestó sobre el tema, pidió dejar actuar a la Justicia y no "prejuzgar". Además, aseguró que el partido le pedirá al senador "su versión de los hechos". En este sentido, se espera que mañana se presente Mariano a la sesión extraordinaria de Senadores para explicar su situación y tratar su desafuero. 

Delgado le pidió al juez Ariel Lijo que le solicite a Marino que entregue su celular para analizar los mensajes y llamadas, ya que sus fueros impiden secuestrarle el aparato. Además, entre otras medidas de prueba, solicitó que sean citados varios testigos y que Guebel declare en Cámara Gesell para ampliar sus dichos. También imputó a Pedro Fiorda y Juan Carlos Amarilla, colaboradores del senador.