¿Existe un límite para el peronismo cordobés? ¿Cómo jugará en las presidenciales? ¿Es Cristina Fernández de Kirchner una frontera?

Una de las habilidades más reconocidas de José Manuel De la Sota era su capacidad de reinvertarse. Dirigentes peronistas y adversarios de todos los colores le reconocían al exgobernador esta versatilidad camaleónica que lo llevó a gobernar tres veces la provincia. Tras su muerte, Juan Schiaretti parece haber tomado ese legado.

Más suelto de cintura -ya no tiene que acordar con su socio la estrategia- Schiaretti parece decidido a refundar Unión por Córdoba, la marca electoral que construyó De la Sota para alcanzar el poder. Ahora es el turno del "Gringo".

¿Qué cambió desde ese trágico 15 de septiembre? Sin la carga del doble comando, Schiaretti está más suelto para jugar en todos los escenarios: el provincial lógicamente, donde irá por su tercer mandato; el municipal, que tiene como nunca en 16 años hambre de conquistar y el nacional, que dependen de otras variables, pero en el que todos quieren apostar sus fichas.

Enfrentado con Macri, busca Schiaretti nacionalizar el PJ cordobés de cara a 2019

En Córdoba, el peronismo parece haber superado el trauma de uno de sus líderes. La última pareja de De la Sota, la diputada Adriana Nazario se reincorporó en los últimos días al bloque Córdoba Federal y sus patitos de La Militante la siguieron en fila. En rigor nunca estuvieron afuera. Cerrado el ciclo interno, ahora debe seducir a movimientos sociales, socialistas y al kirchnerismo, con los que coquetea. Se abre un nuevo período.

¿Existe un límite para el peronismo cordobés? La variable Cristina Fernández de Kirchner incomoda a varios, más por tener que tragarse sapos póstumos que por su afinidad. No lo hicieron antes que tenía poder, porqué lo harían ahora. Pero no sería cuestión de encolumnarse sino de aceptar su participación. 

Los K cordobeses siempre se sintieron más cerca de Schiaretti que de De la Sota. ¿Para el gobernador, que se define dentro de la izquierda peronista, será también una frontera como suponen varios analistas?¿O preferirá no mover las aguas y mantener un buen diálogo con su amigo el presidente Mauricio Macri? En la última elección presidencial, el PJ provincial le sacó el cuerpo y Córdoba terminó catapultando a Cambiemos a la Casa Rosada. El histórico 70-30.

En el entretiempo del la superfinal Boca-River, la Provincia, y ante audiencia nacional a tope -fútbol para todos versión cordobesa- sacó un aviso donde insistía con que "Córdoba está fuerte”. A esto hay que sumar la jugada en el Consejo de la Magistratura que dejó a Córdoba con el segundo suplente, Martín Llaryora, exvice de Schiaretti. 

La pregunta es válida mientras tanto el peronismo nacional ensaya, en tiempos de armados políticos no electorales (con libro de pases abierto), un Cambiemos a la justicialista, que pueda torcer a Macri en el balotaje: ¿qué rol ocupará el peronismo que gobierna la provincia más grande luego de años de elegir permanecer prescindente?