En plena tregua, el Gobierno ratificó que "terminará" con Aerolíneas si los gremios no aceptan la privatización
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aseguró que "las medidas de fuerza sin aviso" hicieron que la sociedad tomara conciencia de que había "un mecanismo de apriete de los sindicatos al sector público".
Las autoridades de Aerolíneas Argentinas y los tres sindicatos aeronáuticos más combativos acordaron el viernes una tregua hasta la semana próxima, cuando retomarán la discusión sobre el futuro de la empresa estatal. La Casa Rosada está decidida a avanzar en su privatización, a la que se oponen los gremios, que circunscriben sus reclamos a una cuestión meramente salarial.
Aunque calificó de "positiva" la reunión mantenida en la sede de la compañía en el Aeroparque metropolitano con representantes de los pilotos, los aeronavegantes y el personal de tierra, el jefe del Gabinete, Guillermo Francos, ratificó este sábado las intenciones de la administración libertaria.
"El Gobierno está dispuesto a avanzar con las propuestas que ya hizo: la privatización o, si los empleados quieren, la entrega de la compañía a los trabajadores y que lo resuelvan. En caso contrario, vamos a ir a la privatización", destacó.
"Si el Congreso no hace la privatización, el presidente (Javier Milei) ha sido muy preciso también en esto: vamos a terminar con Aerolíneas Argentinas", insistió el funcionario en declaraciones a Radio Mitre.
Precisó que uno de los temas que se pusieron sobre la mesa el viernes fue la modificación de los convenios colectivos para limitar "los beneficios" que otorga la aerolínea de bandera y, en ese sentido, consideró que hubo un avance, aunque remarcó que resta "la reunión definitiva".
Por otro lado, manifestó que la sociedad cambió de opinión sobre la posibilidad de privatizar la empresa ante las recurrentes medidas de fuerza de sus trabajadores.
"Cuando planteamos la privatización, la gente tenía una posición favorable a Aerolíneas", analizó, antes de considerar que esa perspectiva cambió después de las huelgas "sin aviso" y el "episodio dramático" de la empresa Intercargo, cuya medida de fuerza sorpresiva provocó un caos el miércoles pasado, tanto en Aeroparque como en Ezeiza. La situación se replicó, aunque en menor medida y solo en la terminal porteña, al día siguiente.
En respuesta, el Gobierno anunció la desregulación del servicio de rampas para "terminar con el monopolio" de esa firma estatal, además de instruir a las fuerzas de seguridad para hacerse cargo de esas operaciones en caso de medidas de fuerza, resolución que este viernes fue publicada en el Boletín Oficial.
"La sociedad tomó conciencia nacional de que había un mecanismo de apriete del sector gremial al sector público", evaluó el jefe de los ministros.
Francos también señaló que esta modificación del ideario colectivo "cambió la posición de los dirigentes gremiales", que, por lo tanto, ahora "están dispuestos" a aceptar algunas de las propuestas del Gobierno.
Además, el funcionario se manifestó en contra de los subsidios a la empresa: "Estamos convencidos de que no es razonable dar USD 700 millones, como el año último, a una compañía para que haga su trabajo, que es volar, cobrar sus pasajes y avanzar con esos ingresos".