A Roberto Lavagna le juega a favor la imagen positiva y el poco desgaste electoral y, en contra, la edad con la que busca un lugar en la carrera presidencial. El ex ministro asumiría la presidencia de un país bañado en problemas económicos con 77 años. El oficialismo quiso bajar la fiebre que despierta el economista a través de Elisa Carrió, que lo desestimó por su avanzada edad. Del otro lado, Miguel Ángel Pichetto, intentó desactivar el plan y mostrarlo como el rostro de la experiencia.

Cuando Carrió se refirió a la reunión de Roberto Lavagna con el precandidato presidencial del peronismo Miguel Pichetto, no tuvo reparos en discutir la edad del posible candidato. "Yo competí con Lavagna y él ya era grande. Hay que dejarle lugar a las nuevas generaciones. Yo no puedo terminar como Alfonsín cuando le decía Leopoldito a Moreau cuando tenía 60 años. Que se dejen de jorobar, si no tienen ni físico para gobernar", aseguró la diputada oficialista en una entrevista con Viviana Canosa en Infobae.

El encargado de desactivar el operativo de jubilar al economista fue Pichetto, el senador por Río Negro dispuesto a bajar su precandidatura presidencial por un mejor postor. Con pocos votos en las urnas de su provincia, el jefe del bloque peronista en el Senado aseguró que Lavagna es "un hombre que está preocupado e interesado en los acontecimientos políticos, económicos y sociales de la Argentina y hemos estado conversando. Esta es una reunión que ha tenido carácter público pero yo vengo hablando hace más de un año con él en términos de análisis de trabajo”.

"Él tiene una lucidez extraordinaria, es un hombre comprometido con la realidad, es muy activo y dinámico. Lleva muy bien su edad. Hay una tendencia en el mundo a la elección de hombres experimentados, el presidente de Estados Unidos (Donald Trump) está por cumplir 73 años", argumentó.

"Hay una vieja anécdota de un exboxeador que boxeó hasta los 45 años y se llamaba 'Mano' de Piedra Durán, que cuando le dijeron que era viejo, él dijo 'viejo es el viento, pero todavía sopla", ejemplificó el senador. "Hay jóvenes viejos también; hay gente que no acepta ni comprende el tiempo en el que vive y eso es también ser viejo, aún cuando el calendario diga que son jóvenes", concluyó.

Su edad avanzada seduce a varios precandidatos que hoy no cuentan con los votos para ser presidentes, ya que el economista puede aspirar como máximo a un mandato. Se sirve de ejemplos como Pepe Mujica, el papa Francisco y Donald Trump para justificar que aún está vigente. Tienta también a un sector importante del círculo rojo, que vio mermada su riqueza en la era Macri.