El exjuez Ricardo Rojas acudió este lunes a la Casa Rosada, donde miembros de la denominada "mesa chica" del Gobierno le ofrecieron el cargo de Procurador del Tesoro, en reemplazo del saliente Rodolfo Barra.

El exmagistrado llegó a Balcarce 50 apenas pasadas las 16 y, tras escuchar los detalles del puesto, debe confirmarle si acepta al Ejecutivo nacional. Según trascendió, hasta el momento no se cerró un acuerdo, por lo que se estira la definición.

Rojas fue secretario letrado de la Corte Suprema de Justicia entre 1986 y 1993 y luego juez en lo Criminal de Buenos Aires hasta 2008, cargo que retomó por concurso en 2011. 

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Asimismo, tiene una larga trayectoria académica, ya que fue profesor en varias universidades argentinas y docente visitante y conferencista en toda América Latina, El Salvador, Guatemala, Italia, España, Turquía y Estados Unidos.

El autor del libro "La inflación como delito" ha evidenciado en más de una ocasión su cercanía ideológica con el Presidente, quien se sirvió de los conceptos expuestos en esa publicación para respaldar un proyecto de ley que busca sancionar a los funcionarios responsables de permitir la emisión monetaria, así como a los legisladores que aprueben presupuestos con déficit. 

Esta alineación de ideas lo posicionó rápidamente como el principal candidato para reemplazar a Barra, que el pasado sábado cumplió con la formalidad de entregar una carta de renuncia al jefe del Gabinete, Guillermo Francos.

La Casa Rosada había decidido desplazarlo tras identificar que había vivido un tiempo en el exterior y después de avalar un dictamen firmado por su subsecretario, Marcos Serrano, el cual fue considerado desfavorable para los intereses del Ejecutivo. 

El fallo favoreció a un agente de la cartera de Justicia que recibía parte de su remuneración a través de un convenio con la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (ACARA), dependencia que el Gobierno suprimió, despidiendo aproximadamente a 2.500 empleados estatales.