El ministro de Defensa, Luis Petri, y su par danés, Troels Lund Poulsen, firmaron este martes una "carta de intención para la adquisición de las aeronaves F-16" y el equipamiento de apoyo complementario, que será proveído por Estados Unidos.

"Seguimos fortaleciendo nuestras fuerzas y recuperando la capacidad supersónica que nos permita custodiar y defender nuestro espacio aéreo, reafirmando el compromiso de nuestro Presidente Javier Milei", publicó Petri en sus redes sociales tras el cónclave, al que también asistió el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley.

Además, el Ministro apuntó a la cooperación "entre Dinamarca, Estados Unidos y Argentina", luego de haber cerrado las condiciones para adquirir 24 aeronaves "F-16 Fighting Falcon", que serán entregadas con equipamiento y armamento del país norteamericano.

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La firma definitiva se hará efectiva a mediados de abril en la capital danesa, Copenhague, en donde se sellará la compra de los aviones de combate fabricados por la empresa norteamericana Lockheed Martin. La entrega se efectuará en diciembre de este año.

A partir de esa instancia, el gobierno de Joe Biden presentará un contrato por USD 40 millones en equipamiento. Desde el Gobierno revelaron que la visita de Poulsen se relaciona con el objetivo de "iniciar la recuperación de capacidades del instrumento militar".

El sitio web de la Fuerza Aérea estadounidense publicó que el F-16 es una aeronave de "combate compacto y multifunción, por lo que proporcionan un sistema de armas de alto rendimiento y costo relativamente bajo" y resaltó: "Puede localizar objetivos en todas las condiciones climáticas y detectar aviones de bajo vuelo por el radar. En una función de aire a superficie, el F-16 puede volar más de 860 kilómetros".

Por otro lado, la negociación implicó un distanciamiento con China. Milei se reunió con Jake Sullivan, consejero de la Seguridad Nacional de Biden, en Washington, y visitó al secretario de Estado Antony Blinken; mientras que Posse mantuvo  dos reuniones con William Burns, director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).

Los encuentros tuvieron en común el tema central de la negociación: que Beijing no acceda a los minerales raros que tiene la Argentina y que tampoco actúe como vendedor de tecnología militar a las Fuerzas Armadas.