El Gobierno decidió elevar el alerta antiterrorista y reforzar la seguridad en distintos puntos del país, como aeropuertos, entidades religiosas y embajadas,  donde las fuerzas de seguridad incrementaron la cantidad de efectivos presentes.

La medida se dio luego de que la Cámara Federal de Casación declarara la culpabilidad de Irán y Hezbollah en los atentados contra la  Embajada de Israel en 1992 y la AMIA en 1994.

En tanto, aunque el fallo fue celebrado por la Oficina del Presidente, el Poder Ejecutivo todavía no notificó si tomará una decisión diplomática contra Irán. Argentina podría romper los vínculos bilaterales que mantiene con ese país por haber sido el autor financiero de los crímenes de lesa humanidad cometidos.

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La resolución judicial había exhortado al Estado argentino a formular un reclamo formal en tribunales internacionales contra la República Islámica de Irán por ambos hechos. 

Por otra parte, el presidente de la AMIA, Amos Linetzky, advirtió que les "asusta" la supuesta actividad de Hezbollah en la Triple Frontera y enfatizó: "Veníamos de tres décadas de impunidad, falta de respuestas y no tener un solo responsable por el peor ataque terrorista que sufrió el país. La angustia y la falta de respuestas es tremenda".

Además, Linetzky denunció que Teherán "está por detrás de muchos desastres que la humanidad viene sufriendo, no sólo en Medio Oriente" y reconoció que fue "muy positivo" el fallo de la Cámara Federal de Casación Penal.

En enero y diciembre pasados, efectivos de la Policía Federal y del Escuadrón Antibombas habían inspeccionado las instalaciones de la AMIA y la embajada por amenazas de bomba. El resultado de ambas pesquisas fue negativo y el autor fue detenido.