La pelea entre Nación y Ciudad sumó un nuevo capítulo esta mañana, esta vez por el método de distribución de vacunas. El jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, se quejó porque “el gobierno nacional distribuye dosis de acuerdo al porcentaje de población de cada distrito” y propuso un nuevo criterio. 

En este sentido, explicó que actualmente “la Ciudad tiene el 7% de la población total del país y nos dan el 7% de vacunas”. Sin embargo, remarcó que su distrito alberga al “19% del personal de salud de todo el país”, y al 11% de adultos mayores. Larreta reclama entonces que el Gobierno le entregue más vacunas, según la proporción de esos sectores con prioridad de vacunación.

Uno de los motivos que obligó al jefe de gobierno porteño a hacer público este reclamo que hasta ahora se hacía en privado fue la crítica que lanzó el presidente Alberto Fernández a raíz del conflicto por las clases: “A la hora de educar a nuestra gente, es muy importante que los maestros estén vacunados”, dijo, y remarcó que CABA “solamente vacunó al 14% del personal de educación”. Por eso, el mandatario porteño retrucó: “Por la cantidad que nos dio, todavía no llegaron para los docentes. Ojalá el Gobierno nos hubiese dado vacunas más rápido”.

Otra de las aristas del planteo de Larreta -en la que también surgen discrepancias- son las etapas establecidas para el plan de vacunación diagramado por el gabinete de Fernández que, en teoría, consta de las siguientes etapas: personal de salud; adultos de 70 años y más o personas mayores residentes en hogares de larga estancia; adultos de 60 a 69 años, Fuerzas Armadas, de Seguridad y personal de Servicios Penitenciarios; adultos de 18 a 59 años de grupos en riesgo; personal docente y no docente, y otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis.  

Si bien en Capital Federal las etapas anunciadas son similares, se advierten sutiles diferencias de terminología y no se perciben referencias explícitas al personal docente. Los criterios son los siguientes: “Personal de salud; personas adultas mayores de 70 años y personas que viven en residencias de la tercera edad; personas adultas mayores de 60 años; personal estratégico; personas entre 18 y 59 años con factores de riesgo, y otros grupos estratégicos”. 

Como si los desacuerdos fueran pocos, aparece otro síntoma de descoordinación. Según los datos del Ministerio de Salud nacional, la Ciudad recibió, al día de hoy, 713.657 dosis en total, de las cuales aplicó 636.402. Mientras que el titular de Salud porteño, Fernán Quirós, anunció en una conferencia de prensa que recibieron 665.300 y aplicaron 617.648. Una incongruencia cuya causa podría ser una motivación voluntaria o un simple error en el sistema. Es difícil saberlo en medio de la crispación en la que se encuentra la batalla pandémica entre el Ejecutivo y la ciudad más importante del país.