Detección temprana del Covid-19 en barrios: las 5 características del nuevo test de AySA
El Gobierno dispone de otro instrumento autóctono para luchar contra la extensión del brote. Los pasos para hacer tests PCR en cloacas.
Mientras los más avezados científicos mundiales trabajan a destajo para hallar una vacuna que permita erradicar el SARS-CoV-2, el Gobierno nacional suma nuevas herramientas para mitigar la propagación del virus en la Argentina. Un equipo de investigadores de AySA desarrolló un método para detectarlo en líquidos cloacales y el Ministerio de Salud podrá disponer un test PCR de cualquier municipio de la Capital Federal o el conurbano bonaerense para obtener restos del material genético del Covid-19 en esos territorios.
El mecanismo permitirá hacer un seguimiento de la evolución del coronavirus en cada barrio y servirá de alerta temprana a las autoridades para evitar rebrotes cuando comience la salida de la pandemia.
Fue engendrado por un grupo de nueve profesionales que encabeza el ingeniero Alejandro Barrio, director del área de Desarrollo Tecnológico de la empresa estatal. La técnica está lista para su implementación, desde hace 15 días arroja resultados positivos e incluso advierte la presencia del virus antes que los testeos clínicos.
"No investigamos el virus en sí mismo, sino ciertos genes. El método consta de cinco etapas. Primero tenemos que ir a buscar agua hacia una boca de registro, en la calle o en plantas depuradoras. Cuando ya tenemos la muestra, en una segunda fase, concentramos la mayor parte del material genético del virus (ácido ribonucleico -o ARN, por sus siglas-). Luego extraemos ese material, medimos su pureza para ver si pudimos obtener los genes y recién en quinto lugar instrumentamos la técnica RT-q-PCR (PCR de biología molecular)", explica Barrio ante El Canciller.
"Lo más complejo es preparar la muestra, porque debemos eliminar cualquier sustancia que pueda enmascarar al virus y obstaculizar el test PCR. Tras conseguir el ARN, el PCR verifica, como en cualquier clínica, la existencia -o no- del SARS-CoV-2", agrega.
¿Cómo llegó AySA a desarrollar la metodología?
Estudios realizados en España, Francia, Holanda, Italia, Inglaterra y los Estados Unidos demostraron que las personas infectadas excretan restos del Covid-19, que va a parar a las redes cloacales.
Aunque los científicos aseguraron que estos vestigios no son capaces de contagiar a la población, "sí sirven para advertir si aumenta o disminuye la curva en un determinado período", aclara Barrio. La compañía que dirige Malena Galmarini contó con el apoyo de Aguas de Murcia (España) para el inicio del proyecto.
En medio de una avanzada global por encontrar una vacuna para acabar con la proliferación del Covid-19, el Ejecutivo nacional comunicó -a través del trabajo mancomunado entre los ministerios de Salud y Ciencia y Tecnología-, el lanzamiento de dos kits de testeos rápidos para agilizar la detección del virus.
También el tratamiento efectivo de pacientes críticos mediante el plasma de personas que superaron la enfermedad. Los profesionales de AySA acercaron un instrumento adicional.
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"Del total de infectados en el país, el 70% se concentra en el radio de acción de AySA. Nos parecía muy importante poner a disposición del gobierno un método de vigilancia futura. La empresa por sí misma no va a decidir en dónde medir o monitorear, simplemente estaremos a las órdenes del Ministerio de Salud. Ellos nos dirán en qué barrios necesitan las muestras. Técnicamente se puede hacer en cualquier municipio, todas las cuencas cloacales están registradas y son controladas de forma constante", detalla.
Barrio dejó en claro que las probabilidades de que los restos del Covid-19 contaminen el agua potable de la Ciudad de Buenos Aires y el GBA son nulas. El proyecto contempla a futuro, el desarrollo y la incorporación de las técnicas moleculares para la vigilancia integral del recurso hídrico.