Después del debut de ayer en Mendoza, donde alcanzó un 80% de ocupación solo en el primer día, Uber sigue presionando para que el servicio se regule también en la Ciudad de Buenos Aires, donde funciona desde 2016 a pesar de la resistencia de los taxistas y del Gobierno porteño, que impulsa un proyecto para aumentar las sanciones a los choferes.

"Todos los meses un millón de personas deciden usar la aplicación y seguimos discutiendo si la regulación tiene que ir para atrás o para adelante", cuestionó hoy en radio Mitre el gerente de Comunicaciones de Uber para el Cono Sur, Juan Labaqui, que lamentó la falta de voluntad política del Ejecutivo de la Ciudad para darle un marco a la aplicación.

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Según Labaqui, Uber buscó "desde un principio" regular su actividad, pero "no hubo respuesta" de parte del Gobierno. Al contrario: la bancada de Vamos Juntos presentó una iniciativa  

"La regulación es necesaria y la hemos pedido desde el primer día. No hay ninguna propuesta constructiva para avanzar sobre esto", afirmó, y remarcó que es ahí donde se nota "el contraste entre Mendoza, que lo quiso hacer sin estar el servicio, y Buenos Aires, que hace dos años y medio mira para el costado".

En ese sentido, el vocero de la empresa dijo que "la actitud del gobierno es inexplicable". "Mendoza, sin ver un solo auto de Uber rodando en la calle, sacó una ley que lo regula. En la ciudad de Buenos Aires hay tres proyectos y no hay ningún interés en discutirlos. Llama la atención", lamentó.