Despliega Menéndez el "operativo seducción": logra la foto con un Massa debilitado y avanza con la unidad peronista
Todas las conjeturas y trascendidos que se acumularon después de la derrota del peronismo en las legislativas de octubre, quedaron lejos con la foto que se difundió en donde se observa conversando al flamante presidente del Partido Justicialista (PJ) de la provincia de Buenos Aires, Gustavo Menéndez, junto al ex diputado del Frente Renovador, Sergio Massa.
Los rumores que amanecieron con el advenimiento del 2018 tomaron sentido: el jefe comunal de Merlo mantiene un plan de "seducción” tanto con el tigrense como con el ex ministro de Transporte kirchnerista, Florencio Randazzo para volver a reconstruir el naufragio peronista. Por ahora, el límite parece ser la ex presidenta Cristina Kirchner.
Pinamar parece ser uno de los círculos concéntricos de la política vernácula en el lo que va de la temporada veraniega. Massa, un histórico de la ciudad, recibió al intendente de Merlo a las 20.30 y lo despidió a eso de las 23 horas. La agenda de la cumbre giró en torno a un plan en común que llevarán a cabo intendentes del PJ y del Frente Renovador de la provincia de Buenos Aires.
Como el temario excedió los temas provinciales, el merlense se comprometió a articular acciones con el diputado Diego Bossio del Bloque Justicialista. Massa, en cambio ofreció a su "tropa” para poner en práctica lo acordado. La reunión giró sobre tres temas: una campaña contra el recorte jubilatorio con apoyo gratuito de abogados para los jubilados; la ampliación de las oficinas de defensa del consumidor de los municipios y otra campaña por la ley de eliminación del IVA en alimentos, medicamentos y nafta.
La reunión ocurre en la antesala de la cumbre del peronismo boaresente de Santa Teresita. Allí moverá la batuta por primera vez Menéndez y ya se planea mostrar una impronta diferente a la que llevaba el matancero Fernando Espinoza. Para eso, la idea es pegar las piezas de un rompecabezas que comenzó a resquebrajarse en el 2013. Massa y Randazzo (y todo lo que viene con ellos) son los objetivos máximos.
La presencia de Cristina Kirchner también determina el panorama. CFK pegó el portazo del PJ en la víspera del cierre de listas y no se lo perdonan. Luego de perder frente al ex ministro de Educación, Esteban Bullrich, la ex mandataria ya no es una pieza central del entramado, aunque conserva una buena porción de poder. En las legislativas sacó el 36,25%, es decir, unos 3.348.210 millones de votos. Una cifra que nadie quiere desperdiciar.
Menéndez graficó el presente del sello que fundó Juan Domingo Perón en una entrevista con el diario La Nación: "Cristina sigue siendo la dirigente del peronismo que tiene mayor adhesión popular. Pero perdimos en 2017, 2015 y 2013. Quiere decir que la figura de Cristina, por sí sola, no alcanza para volver a ganar una elección. Todas las fuentes consultadas aseguran tener la íntima convicción de volver a confluir. Por eso el pronóstico es bueno”. Tras una crisis inédita, el PJ enfrenta un desafío mayúsculo. Por eso, en Santa Teresita comenzará a delimitarse la estrategia a futuro.