El consumo interno atraviesa un momento crítico. La recesión económica y los altos indices inflacionarios tienen su correlato en las ventas en supermercados y shoppings, que en abril cayeron por décimo mes consecutivo

Según divulgó el Indec, las ventas en supermercados disminuyeron 12,6% de manera interanual y acentuaron la merma que habían reflejado en marzo (-6,4%). En los mayoristas, el descenso en las ventas fue de 12,9% respecto a abril de 2018. 

El mes anterior, un informe de la consultora Scentia indicó que las ventas de los productos que integran la canasta básica se había derrumado 8,7% interanual, configurando la mayor baja mensual desde el año 2002.

El desplome en los shoppings fue más pronunciado aún. En los grandes centros de compra, las operaciones comerciales disminuyeron 22,9% con relacion al mismo mes del año anterior y 7,4% respecto a marzo de 2019. 

El deterioro en el salario real de los trabajadores constituye al sector como uno de los más golpeados por la crisis. Una última estadística del informe del INDEC es taxativa. Los sueldos de los cajeros y administrativos crecieron 24,6% interanual y perdieron 30 puntos contra la inflación.

Los datos del primer cuatrimestre golpean las ambiciones de reelección del Gobierno, ya que son una clara evidencia de que el piso de la crisis no aparece. En Argentina, el consumo explica casi tres cuartas partes del producto.

Pese a la actual estabilidad cambiaria y la consistente -aunque lenta- desaceleración de la inflación, los índices representan un nuevo dolor de cabeza para la Casa Rosada.