En la antesala de una semana ultracorta en la que el Gobierno enfocará sus esfuerzos en sellar los acuerdos necesarios para que el renovado proyecto de Ley Ómnibus tenga luz verde una vez que inicie su tratamiento en el Congreso, el presidente Javier Milei volvió a cargar contra los gobernadores, al sostener que su "gran error" fue hablar con ellos de manera "transparente y honesta", mientras los acusó de que durante el abordaje del megapaquete normativo previo "no jugaron limpio".

Durante una entrevista con el periodista Andrés Oppenheimer en CNN en español, el mandatario se refirió a diversos temas relacionados con la política interna, las relaciones internacionales, los avatares de la economía argentina y la situación social del país, a poco más de tres meses y medio del inicio de su gestión. 

En materia nacional, el libertario recordó que cuando se envió su proyecto de Ley de Bases fundacional, con 664 normas, incluyó el capítulo fiscal "para ayudarlos a resolver un problema" a los gobernadores, pero agregó que le respondieron amargamente: "En lugar de tomarlo como un gesto de buena voluntad, que es lo que era, lo tomaron como un signo de debilidad, y se pusieron a trabajar sobre el capítulo cuatro para destrozar las finanzas públicas y romper el resultado fiscal y mandarnos a una hiper".

"Para mí haber ido con tan buena fe, probablemente fue un gran error, porque evidentemente esta gente no quería jugar limpio", expresó el Presidente.

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A la hora de referirse a los derechos humanos, Milei rechazó como "falsa" la posibilidad de dar un indulto a militares condenados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura de 1976-1983, y en relación con las expresiones de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo el 24 de marzo último, durante la conmemoración por el Día de la Memoria, Milei apuntó contra Estela de Carlotto por considerar que pidió que se lo "voltee con un golpe de estado", después de que la referente social hubiera señalado que al libertario había que "cansarlo hasta que se vaya", y acusó a los participantes de ese acto de "totalitarios".

"Los socialistas tienen una doble vara; si las dictaduras son socialistas están bien. Las dictaduras están mal, sean de derecha, de izquierda, de arriba, de abajo, están mal. Para ellos no. Si lo dictadores son de ellos están bien. El mejor ejemplo pasó recientemente el 24 de marzo acá. La señora Estela Carlotto fue al acto donde se repudia el golpe de estado del 76, pero al mismo tiempo pidió que se me voltee con un golpe de estado a mí", disparó el libertario.

Y agregó: "Son muy democráticos cuando ellos están en el poder, cuando ellos están y se cometen excesos no se condenan, y cuando usted dice algo que no es lo que ellos piensan, lo tratan de violento. Son verdaderamente dictadores, son totalitarios. Entonces, la izquierda, en sus distintas versiones, es el cáncer de la humanidad".

Por otro lado, el "León" ratificó su alineamiento con Washington, más allá de quién gobierne el país norteamericano, y de Tel Aviv: "Soy más afín de las ideas del partido republicano, es cierto y conocido, pero mi prioridad es ser aliado de Estados Unidos e Israel. Son mis aliados internacionales, por eso tenemos excelentes relaciones con el gobierno de (Joe) Biden".

En la entrevista también se refirió a los líderes de la región latinoamericana, y pudieron verse completas las declaraciones cuyo anticipo habían disparado un conflicto diplomático con Colombia porque el libertario llamó "comunista asesino" a su par Gustavo Petro. Ya en el comienzo de esta semana, el revuelo con Bogotá lucía superado, luego de una serie de cruces que escalaron hasta un retiro de representantes pero terminaron con las paces públicas entre las cancillerías.  

Con respecto al calificativo de "ignorante" sobre el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, Milei puntualizó: "No tengo que tener esperanza de nada. Es un problema de los mexicanos si eligen socialistas, me compadezco de los que tengan que padecer un régimen socialista".

Asimismo, criticó "lo que tiene que ver con la dictadura de Venezuela" y "el comunismo que quiere impulsar Petro", además de referirse a "lo que tiene Cuba y Nicaragua", a los que consideró regímenes "verdaderamente despreciables".

También se expresó respecto de la visita del Papa por primera vez a la Argentina, que podría darse después de agosto, aunque no está confirmada. Si bien el lazo entre ambos había iniciado de manera conflictiva y con duras críticas cruzadas, ese encono pareció quedar superado después de la audiencia que ambos compartieron el 12 de febrero pasado.

"Lo que le señalé es que él iba a ser recibido con todos los honores de jefe de Estado, que iba a recibir los honores propios de ser el jefe espiritual de la Iglesia Católica, en especial siendo Argentina un país católico. Pero esa decisión depende de él", precisó sobre la posible visita, sobre la que puso un manto de duda debido a la "carga física" que implicaría para el Sumo Pontífice.

"Estaría buenísimo que se sienta bien y venga. Yo lo que tengo que hacer es darle todas las posibilidades para que él se sienta de manera maravillosa. Hasta estoy dispuesto a ser su bastón humano, por decirlo de alguna manera, para que tenga idea de cómo estoy dispuesto a acompañarlo. Pero no hay que presionarlo ni empujarlo".

Por último, en el plano local, no faltaron las referencias a la crisis económica y los que calificó como los principales hitos de su gobierno en los primeros tres meses: "El mayor logro es haber evitado la hiperinflación".

"Nosotros pensábamos alcanzar el déficit cero para el año completo 2024 y lo hicimos con tanta fuerza que lo alcanzamos en el primer mes del año. Eso implicó cortar con la emisión monetaria", explicó y proyectó: "Marzo es un mes difícil, muy difícil por la cuestión de la estacionalidad, pero en algún momento la tasa inflación se va a derrumbar del mismo modo que se derrumbó el dólar".