En medio de negociaciones a contrarreloj para sellar la reestructuración interna del Gabinete de Cambiemos, que incluirá la cercenación de al menos diez ministerios, el referente radical Ernesto Sanz regresó al centro de la escena al ser convocado a la Quinta de Olivos y asomar como reemplazante de Oscar Aguad en el Ministerio de Defensa, pese a su enemistad con Elisa Carrió.

Rival de Macri en la interna de las elecciones presidenciales de 2015, Sanz se erigió como un miembro clave para que Cambiemos extienda su poder en las provincias. Sin embargo, luego del éxito en el ballotage, rechazó el ofrecimiento para comandar la cartera de Justicia, cargo que recayó en Germán Garavano.

El llamado se da luego de dos días de extensas reuniones del jefe de Estado con sus principales colaboradores, en las que había prescindido del núcleo radical, que de inmediato expresó su malestar. Además del exsenador por Mendoza, también arribaron a la residencia presidencial el titular del partido, Alfredo Cornejo; los gobernadores de Jujuy y Corrientes, Gerardo Morales y Gustavo Valdés; y los jefes parlamentarios, Mario Negri y Luis Naidenoff.

Recluido en su estudio jurídico de Mendoza, el cofundador de la alianza permaneció alejado de la administración nacional y su injerencia en las decisiones del radicalismo se diluyó al asesoramiento y la colaboración para con el gobernador de Mendoza. Sin embargo, tras la primera corrida cambiaria y la salida de Aranguren, Cabrera y Sturzenegger, irrumpió temporalmente su nombre en la ampliación de la mesa chica cambiemita.

En el peor escenario desde que el primer empresario elegido presidente asumió el cargo y con la certeza de contar con nulo márgen de error, su nombre se suma al de Alfonso Prat-Gay en la estrategia que configura el Ejecutivo para repatriar pesos pesados y rearmar un gabinete erosionado por una gestión signada por las adversidades climáticas.

En un escenario crítico y sin margen de error, Sanz se suma a Alfonso Prat-Gay en el rearmado de un gabinete erosionado por una gestión signada por las adversidades climáticas.

La vuelta al ruedo del líder radical choca con el deseo de la tercera pata del acuerdo político que catapultó a Macri al Sillón de Rivadavia. La líder de la Coalición Cívica, Lilita Carrió, reapareció en las últimas horas con polémicas declaraciones. "Si vas a tener a oportunistas y traidores en Cambiemos, me vas a perder a mí", presionó la diputada. 

En diciembre del año pasado Carrió había desdeñado a Sanz publicamente. Al referirse a la Ley de Defensa a la competencia, que ella misma impulsó, disparó: "El proyecto nació el día que me quisieron cobrar $6000 un chivo. Ahí tuve una pelea con Macri y Sanz, por suerte Sanz ya no está más...". Todo parece indicar que esta historia tendrá más capítulos por contar.