Son dos de los tres jueces de la Sala IV del Tribunal que ahora revisa la condena que el año pasado recayó sobre la exmandataria por haberle otorgado obras públicas viales al empresario Lázaro Báez. El Tribunal debe resolver si confirma o revoca el veredicto.

Los abogados de la vicepresidenta, Alberto Beraldi y Ary Llernovoy, apelaron la decisión de los magistrados de rechazar "in limine", esto es sin analizar la cuestión, un primer intento recursivo. El nuevo pedido hecho por los letrados es que otros jueces de Casación resuelvan.

La recusación sobre los jueces Hornos y Borinsky es porque asegura que ya intervino en el caso previamente, con lo cual sentaron posición de ante mano, y el otro motivo es por falta de independencia e imparcialidad por sus visitas al entonces presidente Mauricio Macri en la Casa Rosada.

"Mientras se desarrollaba el juicio también trascendió que los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos, quienes intervinieron como magistrados de Alzada en este proceso y prácticamente en todos los expedientes impulsados en contra de nuestra representada a partir de diciembre de 2015, visitaban en forma periódica la Casa Rosada y la Quinta de Olivos durante la presidencia de Mauricio Macri, con quien según se dijo practicaban actividades sociales", recordó la defensa.

Los dos jueces integran con Javier Carbajo el Tribunal y, sin plazo establecido, es que deben resolver si confirman o no el veredicto, el cual es la única condena que pesa sobre la vicepresidenta, más allá de la existencia de otras causas en su contra.

En diciembre pasado, Cristina Kirchner fue condenada por el Tribunal Oral Federal 2 por administración fraudulenta a raíz de las obras públicas viales que le cedió a Báez durante su Gobierno y la fiscalía reclamó a Casación que también la acusara por asociación ilícita, algo que fue descargado en el juicio.