"Los radicales harán lo que nosotros digamos, ¿no es así Benedetti?". La invitación a responder una pregunta incómoda que le hizo Elisa Carrió a Atilio Benedetti enfureció al radical. Fue el 6 de julio del año pasado, en el cierre del Foro Anual del Consejo Empresario de Entre Ríos que se celebró en la ciudad de Paraná. Las palabras de Carrió retumbaron en toda la estructura de la UCR nacional: la gota de Carrió hizo rebalsar el vaso repleto de enojo por la falta de participación en la toma de decisiones.

Hoy, con ese episodio en el museo de las disputas intenstinas de Cambiemos, Benedetti se convirtió en el candidato a gobernador de la provincia de Entre Ríos del frente Cambiemos, en un nuevo triunfo político del radicalismo sobre el PRO en el interior, en medio de una puja por las candidaturas en la cual los radicales lograron imponerse por sobre los macristas en la mayoría de las provincias. El diputado estará acompañado por Gustavo Hein, el presidente del PRO entrerriano. 

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El cierre de listas en Entre Ríos, previsto para el sábado, genera por estas horas frenéticas negociaciones en Cambiemos para evitar que haya internas para definir a los candidatos a gobernador y a intendente de Paraná.

El encargado de las negociaciones fue, como siempre, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, que también fue el primero en dejar a un costado sus aspiraciones personales (siempre manifestó su intención de gobernar la provincia donde nació). Luego, se dedicó a intentar persuadir al intendente radical de Chajarí, Pedro Galimberti, otro que quería pelear por la gobernación. Lo logró.

Después de la derrota en La Pampa, en el PRO se bajó la orden de evitar disputas innecesarias y, casi de forma automática, los melones se acomodaron en el carro y los radicales consiguieron las candidaturas que querían. Ayer también se confirmó que José Corral será el candidato único de Cambiemos, en fórmula con Ana Martínez. También será radical el candidato a gobernador de Córdoba, aunque se resolverá en una inevitable interna entre Mario Negri y Ramón Mestre, que ayer se disputaron la bendición de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Inclusive Negri se excedió y tuvo que borrar un tuit.