Con una inflación proyectada de 23%, busca Dujovne que la baja de precios traccione la reactivación
El Gobierno nacional confía en reactivar la economía de cara al año electoral. En los encumbrados despachos de la Casa Rosada, los referentes del Ejecutivo hablan de una combinación entre las paritarias, la caída de la inflación y el aumento del salario real que propiciará una recuperación del poder adquisitivo en los trabajadores.
En aras de obtener la reelección en los comicios presidenciales, Macri precisa exhibir un golpe de timón en los índices económicos, que este año han erosionado la credibilidad del electorado luego de haber sufrido un cachetazo impensado.
Al mirar en retrospectiva, el oficialismo aprobó, a fines de 2017, un Presupuesto para este año que postulaba una inflación del 15,7%, un crecimiento del PBI en un 3,5% y un tipo de cambio estabilizado en los $19.
Con una devaluación de la moneda nacional superior al 100% y un aumento de precios incluso mayor al registrado en 2002, consultoras privadas estiman ahora que a lo largo de los cuatro años de la gestión cambiemita, el sueldo perderá entre 10 y 15 puntos.
En este escenario, el Gobierno cree que a raíz del programa severo pactado con el Fondo Monetario Internacional y la rigurosa política de tasas que lleva adelante el Banco Central, la inflación descenderá de manera pronunciada.
"El proceso de desinflación que estamos logrando a partir de esta política tan dura del Banco Central -pero que es muy clara y muy simple- permite reanclar las expectativas inflacionarias", aseguró esta mañana Nicolás Dujovne.
Los sindicatos de Luz y Fuerza, Aceiteros y Encargados de edificios ya comenzaron a negociar las paritarias de 2019 con un porcentaje estimado del 23%, una apuesta esencial de Macri que va anexada a las previsiones de una cosecha récord del campo, que le pueda aportar dólares frescos en un año en el que deberá zanjar la incertidumbre generalizada.