Amado Boudou no tendría que haber sido liberado. No tendría que haber tenido ni siquiera la posibilidad de depositar un millón de pesos para lograr su salida del penal de Ezeiza. El ex vicepresidente no tendría que haber sido excarcelado por dos juezas del Tribunal Oral Federal 4, básicamente porque nunca tendría que haber sido detenido.

Boudou fue condenado, es cierto. Cinco años y diez meses de prisión por su rol en la causa Ciccone, la que explotó allá por 2012. Cohecho y negociaciones incompatibles con la función pública son los delitos por los que fue encontrado culpable. La condena no está firme: todavía tiene que analizarla la Cámara Federal de Casación. Pero Boudou fue preso igual, en agosto, a pesar de que "la jurisprudencia" y "la ley" estaban de su lado.

No es el primer ex-funcionario kirchnerista que queda detenido cuando todavía no tiene una sentencia firme en su contra. Julio de Vido, por entonces diputado, quedó preso después de que le quitaran sus fueros por una causa donde ni siquiera había sido procesado. Esa situación, en octubre de 2017, fue la que originó la mal llamada "doctrina Irurzun".

La historia es conocida: el voto de Irurzun, presidente de la Cámara Federal, fue clave para que el ex ministro de Planificacion fuera preso. Habló de contactos "residuales" y de la capacidad de entorpecer o ensuciar una investigación sólo por el hecho de haber ocupado un cargo. Así fue que Boudou terminó preso por primera vez, en noviembre del año pasado.

Pero la doctrina Irurzun no fue tan bien recibida. En enero, en plena feria judicial, fue criticada por los dos jueces que le dieron la libertad a Boudou. En marzo, dos juezas la destrozaron para poner a Carlos Zannini y a Luis D’Elia de vuelta en sus casas.

En el caso Boudou/Ciccone, Adriana Palliotti y María Gabriela López Iñiguez fueron bastante claras con una premisa que Comodoro Py (y el Poder Judicial en general) parecen olvidar. La prisión preventiva o la detención cuando aún no hay una condena firme debe ser excepcional. Riesgo de fuga, peligro de entorpecer de alguna manera la investigación. No es poco: se puede ser creativo e imaginar diferentes formar de perjudicar una causa para construir una preventiva fuerte y fundada.

"Cuando de prisión sin condena firme se trata, lo que hay que analizar es el comportamiento del imputado durante el procedimiento en cuestión, o incluso en otro en trámite", señalan las dos juezas, con un planteo que parece simple pero que resulta impopular entre sus colegas, más acostumbrados a firmar detenciones que son más avaladas por "la gente" que por el Código Procesal Penal o la Constitución.

En el caso de Boudou, la resolución deja en claro que "no incurrió en rebeldías, no ocultó o proporcionó falsa información sobre su identidad o domicilio, no intentó fugarse en el momento de sus anteriores detenciones, ni fue hostil, ni ejerció violencia que permita pronosticar que no se someterá a la persecución penal". 

Néstor Costabel es el juez que votó en minoría. En agosto conformó con Pablo Bertuzzi el voto de mayoría que dejó a Boudou preso. "El enjuiciado Boudou posee sobradas vinculaciones familiares, personales, profesionales, comerciales, contactos sociales y propios de los círculos que frecuentó en sus últimos años y capacidad económica financiera -potencial o efectiva- para procurarse los medios necesarios para sortear otras restricciones menos intrusivas al encarcelamiento preventivo o detención procesal", había dicho en ese momento. En esta resolución, como si hiciera RT de su propio tweet, se remite a lo que escribió ahí hace cuatro meses.

Pero sus propias compañeras de tribunal son muy claras al respecto y hasta ponen en evidencia que, al ser una figura pública, es mucho más difícil que eluda "el accionar judicial". Y van con un puñal directo hacia la doctrina Irurzun, para dejarla prácticamente destrozada: "no sería descabellado mencionar que el nombrado pertenece a un sector político que es opositor a quien hoy detenta el poder de policía del Estado, con lo cual debería lógicamente debilitarse la probabilidad de éxito ante un intento de salida ilegal del país. Tampoco se advierten razones para pensar que Boudou tiene algún tipo de vínculo con el gobierno actual, como para tener por existente la "influencia” referida anteriormente."

La (no) doctrina Irurzun generó, desde un principio, molestias de los jueces. Algunos(as) optaron por enfrentarla, otros por hacerse los distraídos y un grupo la lleva como bandera hacia la victoria. La libertad ya no depende de lo que digan las leyes sino de lo que esté en la mente de los que están en Comodoro Py.