Lo que se rumoreaba por los pasillos del Congreso y parecía solo un elemento de negociación terminó por concretarse: el sector de los diputados radicales alineados a Martín Lousteau conformarán su propio bloque dentro de Juntos por el Cambio (JxC), UCR-Evolución. Son 12 legisladores que se separarán de la bancada que dirige el cordobés Mario Negri y en cambio tendrán como jefe de bloque a su coterráneo Rodrigo De Loredo, el hombre que más votos cosechó a nivel nacional en ese espacio.

El quiebre se da después de que los radicales renovadores intentaran hacerse de la titularidad del bloque vigente mediante el voto de sus integrantes. Evolución proponía al porteño Emiliano Yacobitti como nueva autoridad, pero fue un proyecto que no se concretó y que derivó en la idea de ese sector de separarse.

Además de De Loredo y Yacobitti, UCR-Evolución estará integrado por Martín Tetaz, Carla Carrizo, Danya Tavela, Alejandro Cacace, Dolores Martínez, Victoria Tejeda, Pablo Cervi, Gabriela Brouwer de Koning, Marcela Antola y Martín Berhongaray. No obstante, desde el entorno de Negri aseguraron que manifestarán su rechazo e impedirán que los desertores usen la palabra “radical” o la sigla “UCR” en su denominación.

Con esto, ¿cómo queda Juntos por el Cambio?

Con el resultado de las últimas elecciones generales el escenario de la Cámara baja será de una virtual paridad, en la que la principal fuerza opositora tendrá 115 diputados –solo tres menos que el oficialismo–. Hasta ahora eran tres bloques grandes, pero a partir del 10 de diciembre la composición será diferente.

Con la escisión de Evolución (que tendrá 12 legisladores), el bloque de la UCR quedará con 33. La Coalición Cívica-ARI, que dirige Elisa ‘Lilita’ Carrió, tendrá 11 bancas. Pero además habrá otros tres bloques nuevos: el dirigido por Emilio Monzó y Margarita Stolbizer (que se conformará de cuatro diputados), el monobloque del liberal Ricardo López Murphy y otro compuesto únicamente por el salteño Carlos Zapata –hombre de Alfredo Olmedo–. Se trata de tres sectores que no pudo incorporar el PRO, que ahora igualmente pasará a llamarse “Frente PRO”.

Según confirmó un parlamentario del espacio, se cambió el nombre para sumar “a varios más”. Más específicamente, dos diputados de San Luis, dos de San Juan y una de misiones. De esta manera, Frente PRO tendrá 53 bancas y se consolidará como la fuerza ampliamente mayoritaria dentro del interbloque opositor. “Estamos unidos y fortalecidos”, contó a El Canciller uno de los encargados de la rosca parlamentaria.

Se trata de una buena noticia para el espacio que condujo a la coalición gobernante entre 2015 y 2019. Sin embargo, en el sector de los halcones hay malestar por el quiebre del radicalismo en la Cámara baja. “Es una boludez. No interpretan lo que votaron los argentinos. Son discusiones de la política que los aleja de la gente”, opinó un diputado de la estructura PRO.