Cómo es el pensamiento de Steven Pinker, el gurú del optimismo que fascina a Macri y Marcos
Steven Pinker es un psicólogo experimental, científico cognitivo, lingüista y escritor canadiense. Al menos eso dice su perfil de Wikipedia. Se desempeña como profesor en el Harvard College y es titular del Johnstone Family Professorship en el Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard. Pero es, también, uno de los gurúes espirituales de Cambiemos.
Hace exactamente un mes, Pinker estuvo en Buenos Aires y se reunió con el presidente Mauricio Macri y varios integrantes del Gobierno. Su fuerte crítica del populismo sedujo al mandatario y su círculo, a quienes también les dio una excusa para confrontarlo: Pinker sostiene que en el extremo opuesto del populismo están la razón, la ciencia y el progreso.
Pinker, en ese sentido, se define como un "defensor de los valores de la ilustración". Dice ser "optirealista", un término acuñado por el psicólogo Jacques Lecomte, y "posibilista", concepto de Hans Rosling. No dice que las cosas buenas van a pasar, como haría un clásico gurú, sino que "pueden" pasar y que la historia de la humanidad corrobora ese progreso, por más desgracias que hayan ocurrido.
Es el eje de su último libro, titulado En defensa de la ilustración. Según el canadiense, hay "fuerzas" que niegan el progreso y, en Argentina, estarían vinculadas al peronismo: el nacionalismo, el populismo, la religión, la hostilidad de los intelectuales hacia las ciencias. También hay amenazas más extremas, como el terrorismo.
El psicólogo es crítico de Donald Trump, al que define como "un moderno avatar del populismo autoritario", pero admite que "la irracionalidad tiene votantes y a veces son mayoría", en una frase que podría aplicar a la buena elección que hizo Jair Bolsonaro en Brasil. De todos modos, asegura que "el futuro no será populista" porque los más jóvenes rechazan esas ideas (y a esos candidatos en las elecciones).
Pinker sostiene también que los seres humanos son "sensibles a la pérdida" y, por ejemplo, les interesan más las noticias malas que las buenas o se sienten más afectados por las críticas que animados por los elogios. También asegura que "existen más palabras negativas que positivas" en el lenguaje y que "los pesimistas son considerados más serios y moralmente superiores", por lo que tienen cierto "prestigio intelectual".
Otro de los conceptos del académico indica que las cosas malas ocurren de golpe (como un atentado, la caída de un gobierno, etcétera) y las buenas, como el descenso de la pobreza o el aumento en la esperanza de vida, ocurren de a poco. Esta la idea que tomó Peña para organizar el encuentro Argentina Cambio Cultural, en el que buscará darle un sentido a la existencia de Cambiemos en la política (y en la historia) del país.