Tras su viaje a Washington, en el que se reunió con funcionarios del presidente Joe Biden, la CIA, el FBI y la OEA, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, aseguró que "Estados Unidos ve a la Argentina como un aliado estratégico en temas de seguridad".

En una entrevista con Clarín, Bullrich realizó un balance sobre su gira y remarcó que "las reuniones fueron de muy alto nivel" y precisó que los principales temas discutidos incluyeron la delincuencia organizada transnacional, el lavado de activos, el narcotráfico, el narcoterrorismo y las alianzas entre el terrorismo y las organizaciones criminales, en el marco de un análisis de la cadena de ilegalidades involucradas en estos procesos. 

A la hora de referirse al peligro en nuestro país, Bullrich subrayó: "Hablan de trabajar juntos contra el terrorismo, pero no hablaron de ninguna amenaza concreta". Además, reveló que Irán estuvo en las conversaciones con los funcionarios estadounidenses: "Mencionaron a Irán todo el tiempo pero no hablaron de un tercer atentado. También nosotros les contamos de la presencia de Irán en Bolivia y en Venezuela".

TE PODRÍA INTERESAR:

"Otro tema son las preocupaciones que tienen (en Washington) sobre cuáles son las infraestructuras críticas que puedan estar en manos de China. Ellos tienen una gran preocupación por China y en menor medida Rusia. Así es como profundizan la alianza con países como los nuestros", reconoció la titular de la cartera de Seguridad. 

Con respecto a la política de alineamiento del Gobierno con Israel y su aliado norteamericano y los riesgos latentes a nivel mundial, expresó: "Tenemos que aceitar los mecanismos de colaboración entre países y agencias para enfrentar al terrorismo y el crimen organizado. Yo creo que no se puede plantear que una correcta política de alineamiento significa más riesgo. Porque por otro lado significa más aliados, más información, más protección".

Las declaraciones de la Ministra se dieron en un contexto en el que Irán concretó su primer ataque directo contra Israel al lanzar cientos de misiles y drones explosivos contra el territorio del Estado judío el sábado último.

Los ataques de Teherán, en represalia a la ofensiva militar contra su consulado en Damasco el pasado 1° de abril, que atribuye a Israel y en la que murieron siete oficiales de la Guardia Revolucionaria, entre ellos dos altos mandos, fueron replicados por la organización terrorista Hezbollah desde Líbano, por Siria e incluso por los hutíes de Yemen, afines al país islámico.

Después de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu solicitara una reunión urgente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para condenar este ataque sin precedentes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunciaron que no se reportaron víctimas y notificaron a sus ciudadanos para que abandonaran los refugios antiaéreos, tras haber interceptado exitosamente, junto a sus "socios" Estados Unidos y Gran Bretaña, unos 200 proyectiles de origen iraní y más de 100 "aviones no tripulados". 

Estados Unidos asegura haber persuadido a su principal aliado en Oriente Medio de desistir de una escalada en la violencia, que es por estas horas el principal temor a nivel mundial, ya que Teherán amenazó con "una respuesta mucho mayor" si hay represalia por su avance, que consideró "defensivo" ante la ofensiva israelí en Damasco.