Después de que el Gobierno decidiera que en la localidad de Aguas Blancas, en Salta, se construirá un cerco de alambre de 200 metros en la frontera con Bolivia para evitar el paso ilegal de personas y el contrabando, la cancillería del país vecino manifestó su preocupación por el anuncio.

"Los temas fronterizos deben ser tratados por medio de mecanismos de diálogo bilaterales establecidos entre los Estados para encontrar soluciones coordinadas a temas en común. Cualquier medida unilateral puede afectar la buena vecindad y la convivencia pacífica entre pueblos hermanos", advirtieron desde La Paz.

El ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia expresó en un comunicado que pedirá "a través de los canales diplomáticos la información sobre este tema para emprender las acciones que correspondan".

"Bolivia continuará apoyando el diálogo constructivo como la vía para solucionar los asuntos de común interés", añadió.

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Por su parte, el ministro de Justicia boliviano, César Siles, apuntó contra el Ejecutivo argentino, al indicar que la acción "iría en contra de los tratados internacionales" y puntualizó: "Tanto Naciones Unidas y la Organizaciones de Estados Americanos deberían conminar estas determinaciones, esperamos que solo sea un anuncio y no algo real. Esperemos que el presidente Javier Milei pueda reflexionar".

La cerca alambrada se instalará en la mencionada localidad salteña, desde la terminal de micros hasta los puestos de control del Puerto de Chalanas, con el fin de impedir el paso ilegal de bienes y personas. Se va a colocar dentro de una instalación preventiva que se usa cuando crece el río Bermejo, en una obra que será financiada por la provincia, con supervisión de Nación.

La medida responde al Plan Güemes de la cartera que lidera Patricia Bullrich, a fin de fortalecer las fronteras del norte del país. Según publicó el diario local El Tribuno, ya se convocó a la licitación para la colocación del alambrado.

"Del lado boliviano se construyeron controles estrictos, pero del lado argentino no había una delimitación clara", aseguró Virginia Cornejo, directora Nacional de Vigilancia y Control de Fronteras del Ministerio de Seguridad, en diálogo con ese medio.

Efectivos de fuerzas federales se desplegaron en Aguas Blancas desde diciembre pasado, a fin de reforzar el control en la zona. Con esta decisión, el ministerio de Seguridad busca que las personas tengan que pasar obligadamente por la oficina de Migraciones.

"El alambrado se colocará dentro del murallón preventivo que se utiliza cuando el río Bermejo crece. La idea es delimitar claramente el acceso a migraciones para evitar que la gente pase por otros lugares sin control", resaltó el interventor de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, quien explicó a Nuevo Diario de Salta: "Es un punto al que la gente llegaba, era un punto de reunión, de encuentro, ya sea por taxi, colectivo, por lo que sea, y de ahí saltaban un muro, que es de protección por las inundaciones".

La implementación del programa oficial incluye el despliegue de 310 efectivos de fuerzas federales y una mayor presencia en puntos críticos como el río Bermejo y la Ruta Nacional 34, conocida como la "Ruta de la Droga", en la provincia norteña.