Anuncia Macri ajuste a pedido del FMI, ratifica al equipo económico y le delega la inflación al Central
Tras una semana revolucionada por la crisis cambiaria, Mauricio Macri brindó una conferencia de prensa desde la Quinta de Olivos en la que anunció una aceleración en el ajuste para reducir el déficit fiscal que tanto preocupa al FMI. También comunicó que ahora el objetivo de controlar (y bajar) la inflación es tarea plena del Banco Central y Federico Sturzenegger.
Optimista en base a los tormentosos días por el regreso al FMI y la sacudida en la cotización del dólar, el Presidente, aunque reconoció que "hubo miedo y angustia" en la población, ratificó a su equipo económico y consideró "superada" la turbulencia cambiaria.
Respecto al reciente acercamiento del Gobierno al Fondo Monetario Internacional, Macri remarcó la importancia de controlar dos de los problemas que aquejan al país y fueron señalados por la entidad financiera: el déficit fiscal y la inflación.
"Nosotros vamos a hacer un buen acuerdo con el Fondo, un acuerdo inteligente. Es todo a favor de los argentinos", aseguró, mientras intentó transmitir calma respecto a las condiciones impuestas a cambio del préstamo.
Y agregó: "Nos ponemos de acuerdo en qué compromiso asumimos: reducir el déficit para poder devolver. Ellos nos van a decir en qué numeros nos sentimos cómodos, pero cómo lo reducimos es un tema nuestro. El Fondo no habló sobre las leyes laborales ni el tipo de cambio".
"Nosotros vamos a hacer un buen acuerdo con el Fondo. Es todo a favor de los argentinos. El Fondo no habló sobre leyes laborales ni el tipo de cambio".
Aunque destacó que "se hicieron pequeños avances" en la reducción del déficit fiscal, anunció una profundización en el ajuste: "El mundo nos avisó que la velocidad que llevamos no es la indicada. Tenemos que acelerar".
"Como Estado venimos gastando más de lo que tenemos", reconoció Macri, en tanto convocó a los gobernadores a sellar "un gran acuerdo para equilibrar un problema que tenemos hace 70 años y es una mochila que llevamos todos los argentinos". "Esto es una responsabilidad de los dirigentes y es la oportunidad para terminar con parches y mentiras que no nos llevan a ningun lado", agregó.
Por otra parte, Mauricio no esquivó la bala de la inflación. Luego de adularse al señalar que "no estoy acá para hacer lo políticamente correcto, sino para hacer lo que es bueno para la gente" y hacer gala del crecimiento de la minería en el noroeste del país y de la producción en Vaca Muerta, admitió que la suba de los precios persiste como el problema de fondo y atenta contra el "laburante que se levanta a las 6 de la mañana para ir a trabajar y toma el transporte publico".
Tras anunciar que el control y la reducción de la inflación pasaban a manos del Banco Central y de Federico Sturzenegger, anticipó que las próximas proyecciones serán "sin metas tan ambiciosas" como las que establecieron el último día de los inocentes porque "algunos se enojaron", en clara referencia al pase de facturas de Carlos Melconian y Alfonso Prat Gay en la última semana.