En el revisionismo de las horas frenéticas que sucedieron al atentado a Cristina Fernández de Kirchner en la puerta de su casa en Recoleta, aparecieron elementos que potenciaron los cuestionamientos a las fuerzas de seguridad que intervinieron en el operativo. Además de las críticas al accionar de los custodios de la Vicepresidenta en los momentos del atentado, el celular del agresor fue formateado en el proceso de incautación y aún se desconocen las causas. En tanto, el ministro de Seguridad Aníbal Fernández comentó que puso su renuncia a disposición del Presidente desde el primer momento.

Renuncia. Después del intento de magnicidio, muchas críticas se posaron en el accionar de los custodios de CFK, que pertenecen a la Policía Federal Argentina (PFA). En las primeras horas, el ministro Fernández trabajó en un mutismo total. Este lunes, contó: “Yo soy un caballero y cuando estas cosas sucedieron, lo primero que le dije al Presidente es que estaba dispuesto a correrme”. Y anticipó: “El Presidente sabe que voy a colaborar corriéndome cuando sea necesario”. Sin embargo, minutos más tarde, el jefe de Estado Alberto Fernández no le aceptó la renuncia.

El celular. Cuando detuvieron a Sabag Montiel, secuestraron su teléfono móvil. Primero, ya en posesión del juzgado, hubo algunos intentos de la PFA para desbloquearlo a partir del sistema UFED. Al no lograrlo, se derivó a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), que cuenta con mejor tecnología para ello. Allí, cuando intentaron nuevamente la extracción de la información, fue cuando apareció en la pantalla que el dispositivo había sido reseteado de fábrica.

Denuncia. Tras conocerse la noticia, el abogado de la Vicepresidenta, Gregorio Dalbón, advirtió que "todos los que tocaron el celular tendrán sus consecuencias". La jueza María Eugenia Capuchetti investiga la cadena de custodia del objeto para ver si se trató de una impericia o negligencia o si hubo alguna mano en el proceso con el objetivo de borrar la información. Según los especialistas que asesaron al juzgado, es imposible que se haya formateado de manera remota. "El procedimiento falló porque quisieron que fallara. La jueza y el fiscal están decididos a garantizar la impunidad del hecho”, criticó el diputado Rodolfo Tailhade, cercano a la exmandataria.

Defensa a la PFA. El ministro Aníbal Fernández, en tanto jefe máximo de las fuerzas de seguridad aseguró que la Policía Federal “no manipuló” el celular. “Lo que hizo fue recogerlo, ponerlo en una bolsa de Faraday y enviarlo al Juzgado”, precisó. En ese sentido, explicó: “Se envia ese teléfono en una bolsa de Faraday al juzgado, el juez nos da un recibo que dice que fue recibido con la cadena de custodia intacta. Hasta ahí llega nuestra tarea. Después no sé qué pasa. La jueza y el fiscal tienen atribuciones para tomar decisiones per se que no las conozco”.