En medio del escándalo tras ser denunciado por violencia de género -luego de lo cual emitió un escueto comunicado-, y antes de que se publique su entrevista con el diario español El País, Alberto Fernández rompió el silencio con el medio argentino El Cohete a la Luna y brindó su versión sobre los hechos que se le imputan, alegando que el moretón en el rostro de Fabiola Yañez se debe a un "tratamiento estético".

"El expresidente alega que el hematoma no se debe a un golpe, sino a un tratamiento estético contra las arrugas", según el adelanto de la conversación que el periodista Horacio Verbitsky escribió en su web acerca del argumento de Fernández acerca del hematoma en el ojo de quien fuera su pareja y que ocupó la escena pública por fotos que trascendieron de ella con un moretón en el brazo y otro en la cara.

En este contexto, profesionales de la salud consultados por el medio en cuestión no descartaron que la marca en el rostro de la mujer se tratara de una reacción alérgica a una droga, aunque aclararon que "en tales casos  el párpado suele enrojecer, se hincha y se descama".

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Además, ante los cuestionamientos sobre la forma del hematoma por la cual se puso en duda su autenticidad, una oftalmóloga que amplió la foto consideró que es "contuso", es decir, producto de un golpe, y detalló: "Tiene diferentes colores, no es simétrico, tiene mini laceraciones en pómulo y arco superciliar. A priori y contando solo con la foto me parece que sí".

En un intento de probar su inocencia, Fernández destacó el respaldo de la socióloga y referente del feminismo Dora Barrancos quien, de acuerdo a lo publicado por El Cohete a la Luna, en un chat con científicos escribió: "Estoy en condiciones de asegurar fehacientemente que nunca A.F. agredió físicamente a F. Ella arrastra una compleja situación psíquica, a lo que se unió su adicción alcohólica". 

"En realidad, si hay algo que imputarle a Alberto fue su agregada incapacidad de quebrar ese vínculo tóxico (sic). Lo casi trágico es que ahora está obligado a las dolorosas pruebas de la enfermedad de su pareja. Por supuesto los buitres y las hienas se hacen un festín", denunció.

El exmandatario reveló que cuando la presunta violencia contra Yañez salió a la luz llamó a quien fue su asesora en temas de género, quien le señaló: "No tenés que explicarme nada. Mi esposo atendió a Fabiola y yo conozco toda la verdad".

Asimismo, el exjefe de Estado afirmó que conserva chats con la madre de quien fuera su pareja, en los que, según él, compartían la preocupación por el supuesto alcoholismo de ella. También repitió varias preguntas y afirmaciones a modo de defensa:

  • Si soy un golpeador, ¿por qué se sometió a un tratamiento de fertilidad para que tuviéramos un hijo?
  • ¿Por qué no hay un solo testimonio de alguien a quien ella le hubiera contado del alegado maltrato?
  • Viví 17 años con Marcela Luchetti (la madre de su hijo mayor) y 10 con Vilma Ibarra, y no hay un solo episodio de que yo las haya agredido.

A su vez, reveló que una amiga de Yañez se comunicó con él y estaría dispuesta a declarar en su defensa. A ella se sumarían custodios y personal de la Residencia de Olivos.