En el tercer día de su gira por Europa, el presidente Alberto Fernández se reunió en España con el rey Felipe VI y con el mandatario de aquel país, Pedro Sánchez. Tanto allí como en Portugal, cosechó apoyos -por lo menos desde lo declarativo- para negociar la deuda argentina ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París. Sin embargo, la gira finaliza el próximo viernes y aún no hay encuentro confirmado con Kristalina Georgieva, directora del organismo de financiamiento internacional. 

“Con Georgieva hemos hablado cada vez que lo necesitamos: si coincidimos en el viaje tal vez podamos vernos”, expresó el jefe de Estado al ser consultado sobre el tema. Entre el jueves y el viernes estará en Roma, donde el Presidente tiene la esperanza de que ocurra el milagro. Si esto no se concreta, volverá con las manos vacías.

Uno de los presentes en la gira presidencial es el ministro de Economía, Martín Guzmán, hilo conductor en las negociaciones con el Fondo, quien hasta ahora mantiene un bajo perfil: no realizó declaraciones oficiales y, sin cónclave por la deuda, su protagonismo se opaca. 

En Argentina, el ministro dejó una incógnita sobre su poder real, que de cierto modo acompaña su silencio en el viaje, tras el intento fallido de echar al subsecretario de Energía, Federico Basualdo, acobijado por sectores que responden a Cristina Kirchner.

Apoyos

Fernández reconoció durante estas 72 horas que hubo avances en la recolección de respaldo europeo ante la deuda argentina. Ayer, en Portugal, describió: “Estamos necesitando la comprensión de Europa y del mundo, en un momento que para la Argentina era difícil cuando llegamos y se hizo mucho más difícil con la pandemia”. Mientras que hoy, en España, agregó: “Le agradezco siempre el apoyo que nos ha dado una y otra vez cuando debimos hacer nuestros planteos frente a los organismo por la inmensa deuda que nuestro gobierno heredó en 2019. Siempre España estuvo de nuestro lado y quiero darle las gracias al Presidente”. 

La gira continuará con el objetivo común de cosechar respaldo y dejar impresiones positivas ante los acreedores. El miércoles la comitiva viajará a Francia, en donde habrá un encuentro con empresarios en la embajada argentina de París. Luego, llegará el turno de Emmanuel Macron, mandatario francés, quien recibirá a Fernández en el Palacio de Eliseo. Se espera que, allí, al menos se mencionen las negociaciones con el Club de París, en las que Argentina busca un refinanciamiento del plazo de vencimiento -31 de mayo- de los U$D2.400 millones adeudados. 

El jueves habrá viaje hacia el Vaticano, en donde Fernández dialogará con el Papa Francisco, una foto esperada tras la sanción de la Ley de Aborto. Al día siguiente, para finalizar el itinerario, se concretarán reuniones con el mandatario italiano, Sergio Mattarella, y con el presidente del Consejo de Ministros, Mario Draghi. Roma podría ser la sede del esperado cruce entre Georgieva y la comitiva argentina, pero nada puede darse por hecho hasta que llegue el momento. Hasta ahora, el viaje presidencial consta de apoyos y no de negociaciones formales.

Paralelamente, en Argentina esperan temas importantes para el Gobierno, como el proyecto de ley que le brinda potestades al Presidente para dictar medidas contra la pandemia sin cuestionamientos legales como el del jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La iniciativa se encuentra en el Senado, y si bien Fernández está enfocado en el viaje, mira de reojo lo que sucede en el plano local. 

En tanto, el sector duro del kirchnerismo presiona para aumentar la ayuda social y poner los vencimientos de la deuda en un segundo plano. Por más apoyos internacionales que pueda reunir Alberto en Europa, estas diferencias internas en el seno de Gobierno no se le pasarán de largo al FMI.