El presidente Alberto Fernández prevé ser recibido este jueves en el Vaticano por el papa Francisco, sobre el final de su gira europea en búsqueda de apoyos para renegociar la deuda.

El Sumo Pontífice ya se había encontrado en la Santa Sede con el ministro de Economía, Martín Guzmán, a mediados de abril último y había recordado a los responsables de las finanzas mundiales que los países afectados por el impacto económico de la pandemia necesitan que se les reduzca la carga de lo adeudado.

La única diferencia es que ahora Argentina tiene próximos vencimientos abultados, por lo que no se descarta que sea un tema del cónclave. Pero el encuentro será privado y, como no fue difundida una agenda oficial, cada uno tendrá su temario personal.

Tampoco se descarta que surja en el encuentro el enfrentamiento del Gobierno con la Ciudad por la presencialidad en las aulas.

La organización social Padres Organizados, surgida con motivo del cierre de escuelas promovido por la administración central, envió una carta al Sumo Pontífice para que interceda ante el primer mandatario, con el fin de garantizar la presencialidad en las aulas. Pese al fallo de la Corte Suprema que reconoció la autonomía de la Ciudad, está en peligro por un proyecto de ley que envió al Senado el Ejecutivo.

El ánimo del Papa

El Santo Padre manifestó este miércoles su alegría al reanudar su audiencia general semanal en público, por primera vez en seis meses, debido a una disminución de los casos de coronavirus en Italia.

"Estoy contento de retomar estos encuentros cara a cara. Les digo una cosa: no es bello hablar adelante de nada, a una cámara", expresó Francisco a unos 300 fieles que participaron en la audiencia general en el Patio San Dámaso, dentro del Vaticano.

Y recalcó: “Estoy feliz de reiniciar esta reunión cara a cara porque, déjenme decirles algo, no es agradable hablar solo”.

El Sumo Pontífice, de 84 años y que ya fue vacunado contra el coronavirus, saludó a algunos fieles, firmó un libro y regaló un sombrero rojo que lucía a un sacerdote.

En los últimos meses, Francisco pronunció su discurso semanal mediante un link de video de la Biblioteca Apostólica del Vaticano. Este jueves los ojos de la prensa estarán puestos en los gestos del Papa al recibir a Fernández y se sabrá si persiste su alegría.