Alberto, complicado en el peor momento de la pandemia entre su conflicto con la Ciudad y las internas puertas adentro
El megaoperativo “sanitario” en el límite de Ciudad-Provincia hablaría además de un descontento de Kicillof
El presidente Alberto Fernández, en el peor momento de la pandemia, creía que no podía haber mayores complicaciones que las sanitarias y su conflicto con la Ciudad por la presencialidad en las aulas.
Pero no: se destapó una interna en el Ministerio de Economía. Cortocircuitos entre el titular de la cartera de Hacienda, Martín Guzmán; y su subsecretario de Energía, Federico Basualdo.
Esas desavenencias -que dispararon una ola de rumores sobre un pedido de renuncia al funcionario cristinista- fueron admitidas este domingo por el ministro de Producción bonaerense, Augusto Acosta.
“La discusión del ministro de Economía (Guzmán) y sus funcionarios trascendió a los medios, pero no es tan es así. Aunque, obviamente, hay tensiones y distintos objetivos”, reconoció en declaraciones a Radio 10 Costa, ex secretario de Comercio de la Nación (2014-2015) y uno de los creadores de los programas “Precios Cuidados” y “Ahora 12”.
Al referirse a los “distintos objetivos” que tendrían Guzmán y su subsecretario -que se podría leer como el “albertismo” y el “cristinismo”-, el economista sostuvo que “la evolución de las tarifas marca la posibilidad o no de los subsidios”. Y que unos y otros “tienen que encontrar su punto de equilibrio”.
Basualdo planteaba la necesidad de mantener el congelamiento de tarifas hasta las próximas elecciones y sostenerlo con subsidios para las empresas Edenor y Edesur en el Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). El titular de Hacienda, en cambio, buscaba aumentar las tarifas, con el argumento de que no hay fondos para incrementar los subsidios.
Finalmente, el Gobierno optó la suba de los precios energéticos en un 9% promedio, para usuarios residenciales en el AMBA a partir de este mes. También por un incremento del 30% en el precio del GNC, que pasó de $27 a $35 aproximadamente el metro cúbico de gas en el área metropolitana.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, en una conferencia de prensa del viernes, dijo adherir “sin reservas” al flamante decreto presidencial que prorrogó hasta el 21 de mayo las restricciones producto de la pandemia.
Sin embargo, un estricto control “sanitario” por parte de la Policía bonaerense en la Panamericana, el Acceso Oeste y la autopista Ricchieri este sábado pareció sorprender a la administración central. Y su espíritu estuvo en línea con el planteo del ministro de Seguridad provincial, Sergio Berni, de “ir a un cierre total por 15 días”.
El procedimiento provocó demoras de hasta seis horas, críticas de la oposición y forzó a la ministra Seguridad nacional, Sabina Frederic, a un raid mediático. "Si el gobernador quiere cambiar el sistema de permisos, hacerlo más rígido, en lo que hace a su jurisdicción, puede hacerlo”, dijo.
Pero, en medio del inicio del operativo, Frederic agregó: “Ellos dispusieron ese control adicional. Imagino que va a ser en las colectoras porque estoy esperando que el gobernador me pase el mapa”.
Más allá de los funcionarios de Seguridad, el procedimiento estricto dejó entrever la aparente inconformidad de Kicillof con el nuevo DNU.
De esta manera, el Presidente no para de sumar conflictos. Se encuentra en plena contienda con la Ciudad por la presencialidad en las aulas, mientras la segunda ola crece, y en medio de una interna en su propio Gobierno.