El ex ministro de Economía Martín Guzmán admitió hoy que con Cristina Kirchner "gestionar era una hazaña", al describir las trabas que la vicepresidenta le puso en su paso por el Palacio de Hacienda.

Además, tildó al diputado Máximo Kirchner de "chico caprichoso" y dijo que su actitud "le sale cara al país". "Hay un balde de mierda y otro balde de mierda, y el ministro tiene que meter la mano en uno de los baldes de mierda y eso es lo que hay. Le debíamos 45.000 millones de dólares al FMI. ¿Cuáles eran las alternativas? O llegar a un acuerdo para refinanciar, o hacer el default", graficó.

A continuación, diez definiciones del exministro sobre cómo fue trabajar dentro del turbulento gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner:

“Máximo Kirchner se comportó como un chico caprichoso y eso le sale caro al país”.

"[Máximo] pedía un acuerdo a 40 años con el FMI, es algo que no es posible. Ahora, la vicepresidenta, que es su madre, le da poder a alguien que no puede ejercerlo de forma responsable".

"Donde hay un punto de quiebre en la dinámica de la gestión es unos días antes del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), se cortaron todas las líneas de comunicación con Cristina Kirchner".

"Si el FMI nos hubiese puesto en un lugar como era el del gobierno anterior, la verdad es que hubiese preferido el no acuerdo. El default era ajuste. En el Congreso, La Cámpora votó un ajuste. Entre el default y el acuerdo, un acuerdo que si lo hubiese conducido Cristina Kirchner hubiese llenado la Plaza de Mayo con pancartas diciendo: ´Le torcimos el brazo al FMI´. Un acuerdo que no tiene precedentes en la historia"

"Cuando conducís una negociación internacional no solamente importa lo que construís en el diálogo de la política exterior, sino también importa la dinámica política interna. Si los bonistas ven que el propio sistema político no da señales de que si es necesario vas a hacer un default, la tenés mucho más complicada".

"Hay un balde de mierda y otro balde de mierda, y el ministro tiene que meter la mano en uno de los baldes de mierda y eso es lo que hay. Le debíamos 45.000 millones de dólares al FMI. ¿Cuáles eran las alternativas? O llegar a un acuerdo para refinanciar, o hacer el default"

"Es difícil aceptar posicionamientos especulativos cuando se contraponen a lo que la patria necesita”.

"Nunca más hablé [con Cristina] desde ese momento. Faltaban cuatro días para acuerdo o default. En ese momento Alberto gobernó, él sí condujo. En ese momento Cristina se corrió y eso tuvo implicancias para toda la gestión que vino a posteriori".

"Cuando se da esta situación entre nuestro frente y votar en contra del acuerdo con el FMI, toda la gestión queda afectada. Le daba instrucciones a funcionarios que dependían de mi propia área y me decían: ´Bueno´ y no lo hacían. Pasó principalmente en la política energética".

"Sigo pensando y trabajando para poder construir una Argentina más fuerte, con más oportunidades, más equitativa, una Argentina que progrese"