Santa Fe: se escaparon 16 presos de una comisaría y recapturaron sólo a siete
En una dependencia policial de Granadero Baigorria que tiene capacidad para 18 reclusos, había 48 alojados cuando se produjo la fuga.
Un total de 16 presos se fugaron de la comisaría 24° de Granadero Baigorria, en la provincia de Santa Fe, y siete de ellos fueros recapturados. Según fuentes policiales citadas por la agencia NA, el hecho tuvo lugar durante el último sábado en una dependencia con capacidad para 18 reclusos -aunque al momento de la fuga había alojados 48-, luego de que el comisario de esa seccional obtuviera una licencia por carpeta médica.
Dos de los reclusos, identificados como Maldonado y Brailin, quedaron detenidos en su intento por escapar, mientras que el resto lograron fugarse por el techo tras romper el tejido de alambre que cubría las rejas.
Uno de ellos, Luciano Acosta, fue detenido por agentes de la Policía de Seguridad Vial cuando intentaba huir hacia el oeste de la provincia. A su vez, fueron recapturados Daniel Alejandro Barboza, Juan Carlos Silvero, Natanael Julán Rojas y Julio Aníbal Nuñez.
En tanto, continúa la búsqueda de nueve prófugos: Luciano Espíndola, Luis Alberto Rodríguez, Ezequiel Aquino, David Miguel Medina, Alexandro Nahuel Ramírez, Luis Alberto Aseguin, Lautaro Leonardo Paiva, Oscar Rolón y Isaías Román Aguirre.
Fuentes de la fuerza indicaron que van “a seguir de cerca ese tema y se iniciará un sumario de haber existido irregularidades”.
Cabe mencionar que esta seccional de Granadero Baigorria ya había sido escenario de tres fugas de reclusos. Una de ellas tuvo lugar el 15 de diciembre de 2013 cuando 10 internos escaparon tras violentar una puerta con candado y abrir un orificio en una pared, por donde salieron a la calle.
Además, el 16 de junio de 2015 se habían fugado ocho reclusos, mientras que el 7 de abril de 2016 se escaparon seis detenidos que tenían procesos penales cortos.
La nueva huida de la sede policial se produjo cuando en la sociedad se debaten varios temas relacionados, como la sobrepoblación de las cárceles, comisarías y otras dependencias policiales y penitenciarias; la inseguridad que no da tregua; y la falta de financiamiento para el servicio penitenciario; entre otros.