Las imágenes iniciales causaron horror y las que se viralizaron en las últimas horas volvieron a llamar a la reflexión acerca de la impunidad con la que actuaron los criminales que el jueves, en medio de un robo piraña, asesinaron a Alfredo López en El Palomar, cuyas identidades -según algunas fuentes- ya fueron descubiertas por los investigadores.

La víctima tenía 55 años y era comandante mayor de la Gendarmería Nacional, en la que también cumplía un rol como jefe del Departamento de Seguridad e Higiene de la Guarnición Centinela de Retiro.

López realizó su servicio en diferentes destacamentos de las provincias de Buenos Aires, Jujuy y Misiones, entre otras. Tras casi 35 años de servicio, el efectivo estaba a tan solo un mes de retirarse, por lo que había decidido comprar una propiedad en la localidad del oeste del Conurbano en la que encontró la muerte, que refaccionaba para mudarse una vez producida su salida de esa fuerza de seguridad.

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El despiadado crimen ocurrió en la tarde del jueves, cuando, minutos antes de las 19 y cerca de la casa de la víctima, situada sobre las calles Villegas y Atahualpa, fue abordado por cuatro delincuentes que le cruzaron un auto robado delante del suyo.

En El Palomar, asesinaron a un comandante mayor de Gendarmería en un intento de robo.

La secuencia quedó registrada por las cámaras de seguridad de la zona, que grabaron el momento exacto en el que los criminales empezaron con los disparos. "¡Levantá las manos!", se escucha decir a uno de ellos antes del tiroteo, que terminó con la muerte del gendarme, quien estaba de franco.

La Policía bonaerense desplegó un intenso operativo para encontrar a los responsables del crimen, que aún permanecen prófugos. Minutos después del asesinato, el Toyota Etios que usaban los delincuentes apareció prendido fuego en el barrio Fuerte Apache.

La Unidad Funcional de Instrucción N°2 de Morón, encabezada por el fiscal Fernando Capello, se hizo cargo de la investigación.