Liberaron a los tres exjugadores de Vélez que estaban con prisión domiciliaria en un country de Tucumán
Abiel Osorio, Braian Cufré y José Florentín podrán volver a sus casas, mientras continúa la investigación en la causa por abuso sexual en la provincia norteña.
El juez Sebastián Mariza tomó la decisión de liberar a Abiel Osorio, Braian Cufre y José Florentín, los tres exjugadores de Vélez que permanecían con prisión domiciliaria en un country de Tucumán, en el marco de la causa por abuso sexual.
Los futbolistas podrán regresar a sus casas mientras dure la investigación. Sin embargo, a partir de ahora tienen la obligación de fijar un domicilio en la Argentina, presentarse cada 15 días en los Tribunales de Tucumán y de no salir del país sin autorización de la Justicia. Además, les impusieron la prohibición de acercamiento a la denunciante.
Por su parte, el arquero Sebastián Sosa tampoco fue habilitado para salir del país, lo que había solicitado su defensa porque tenía un ofrecimiento para jugar en Uruguay.
El pasado martes 23 de abril, el club de Liniers tomó la decisión de rescindirles el contrato a estos tres jugadores implicados, como ya lo había hecho días antes con el arquero charrúa. La institución presidida por Fabián Berlanga allegó que "la medida fue adoptada luego de una investigación interna, mediante un sumario administrativo, que determinó que los referidos jugadores incurrieron en inconductas laborales graves, lo que fundamenta la rescisión con causa de sus vínculos contractuales".
El hecho ocurrió a comienzos de marzo, luego del encuentro entre Vélez y Atlético Tucumán. Alrededor de las 22, la joven periodista recibió la invitación a través de Instagram para que se presentara en el Hotel Hilton.
Según lo expuesto por la denunciante, fue al lugar alrededor de las 00:40 del 3 de marzo y subió a la habitación, donde ya la estaba esperando Sosa. Al ingresar observó que también se encontraban los jugadores Cufré, Osorio y Florentín, con los cuales compartió unas latas de cerveza, luego fernet y, después de tomar unos tragos, comenzó a sentirse muy mareada.
"Fue entonces que, sin ningún consentimiento, la abusaron sexualmente. Posteriormente, a las 5:30 aproximadamente, cuando se sintió un poco mejor, logró pedir un Uber y se retiró a su domicilio", dice la denuncia.