Luego de la escandalosa fuga de 17 prisioneros que estaban alojados en una comisaría de la Policía de la Ciudad en el barrio de Liniers, la fiscal Lorena San Marco imputó en las últimas horas a cinco efectivos de la fuerza porteña que estaban en la sede en el momento del escape de los detenidos el pasado 23 de diciembre por la noche.

Se trata del jefe de turno y los celadores, a quienes la Justicia señaló por haber facilitado la huida de los delincuentes, en el marco de la investigación por el hecho ocurrido en la Alcaidía 9.

Según indica el artículo 281 del Código Penal de la Nación, el delito "será reprimido con prisión de un mes a cuatro años" para quien "favoreciere la evasión de algún detenido o condenado". Además, en el caso de que se tratase de un funcionario público, el precepto advierte que se sumaría la "inhabilitación absoluta por el triple de tiempo" de la condena.

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Según trascendió, la sospecha de los investigadores sobre la participación de los guardias recayó sobre un vidrio que separaba la división de los policías a los presos, que estaba presuntamente tapado con afiches.

Los fugados habían subido la música y se taparon con cortinas para evadirse por un boquete alrededor de las 22:30 del pasado lunes, aunque la advertencia de los efectivos recién fue a la 1:30 de la madrugada del martes 24 de diciembre, cuando fueron a recolectar la basura de las celdas. El agujero que los prisioneros hicieron para escapar fue de 30 centímetros de diámetro.

También se encuentra bajo la lupa de la Justicia la cúpula de la Policía porteña, de la que fueron desplazados de su cargo Pablo Kisch y Jorge Azzolina, el exjefe y el ex subjefe de la fuerza. Fueron reemplazados por los comisarios generales Diego Casaló y Carla Mangiameli.

Después del tsunami político que generó la fuga, que se llevó puesta a la citada cúpula, la Policía Federal recapturó este jueves al cuarto de los 17 prófugos iniciales. Se trata de Matías Petrarca, un exempleado de supermercado que afronta una causa por intento de homicidio agravado. Según confirmaron fuentes cercanas al caso, tras escaparse se tomó un taxi en los alrededores de la cancha de Vélez y fue a visitar a su novia. Luego, se mantuvo oculto en San Martín hasta que fue a bailar a un boliche en Villa Lynch en Navidad.

Anteriormente, habían confirmado también el arresto de Agustín Esteban Franco, de 25 años, de Axel Ezequiel Romero (21) y Jorge Nahuel Alet (33). Por el momento continúa la búsqueda de los 13 evadidos restantes, en el marco de la decimoquinta fuga de una dependencia de la Policía de la Ciudad en el año.