Poco antes de las 14, la mediática Charlotte Caniggia entró a declarar como testigo en la causa que investiga el crimen del comerciante Fernando Pérez Algaba, cuyo cuerpo fue hallado descuartizado en la localidad bonaerense de Ingeniero Budge. Antes de ingresar al recinto, aclaró: "No lo conozco, lo vi tres veces en mi vida. No sé qué m... hago acá, sinceramente. No tengo ninguna relación, no sé por qué me están nombrando en la causa”.

La hija del exfutbolista Claudio Caniggia y Mariana Nannis había sido citada a declarar este lunes a las 10 en la Subdirección Departamental de Investigaciones de Esteban Echeverría, en el sur del conurbano bonaerense, por el fiscal que investiga el asesinato, Marcelo Domínguez. Tras su inasistencia del lunes, la declaración de la mediática fue pospuesta para este martes a las 14 en el mismo lugar.

Fuentes judiciales informaron que la mediática admitió en su declaración que vio tres veces a Pérez Algaba en 2019, todas en locales gastronómicos, porque el empresario era amigo de su novio, Roberto Storino, quien le subalquiló la oficina que el “trader” utilizaba para sus operaciones bursátiles.

"No hay nada que contar, espero que dejen de hacer circo", afirmó Caniggia al salir del recinto.

La Fiscalía había tomado la decisión de citarla a dar testimonio después de que uno de los detenidos por el crimen, el comisario de la Policía de la Ciudad Horacio Córdoba, asegurara que Charlotte Caniggia había prestado a Pérez Algaba un departamento para que realizara operaciones bursátiles.

En su declaración indagatoria, Córdoba señaló que conocía a Pérez Algaba porque le había confiado USD 3.000 para una inversión en criptomonedas. Según el imputado, el comerciante conocido como “Lechuga” lo citó en una oficina de Puerto Madero y le aseguró que “se la había prestado Charlotte”. 

Como consecuencia de este testimonio, el abogado Javier Baños, quien representa a Rodolfo Pérez Algaba, hermano de la víctima, pidió al fiscal que citara a declarar a la mediática. 

En diálogo con TN, Alejandro Cipolla, abogado de Caniggia, aseguró el viernes que su representada “no tuvo ningún tipo de vínculo” con el comerciante asesinado. “No lo conoció”, comentó el letrado antes de opinar que seguramente el imputado la mencionó “como una estrategia para desviar la causa”. 

Fuentes de la investigación dijeron que en un allanamiento realizado el mismo viernes en una casa demolida en la localidad bonaerense de General Rodríguez se incautaron “una sierra amoladora, un clavo con manchas hemáticas y tres guantes”, elementos que pudieron haber sido utilizados para asesinar al comerciante, cuyo cuerpo fue encontrado dentro de una valija en un arroyo de Ingeniero Budge. 

El operativo fue realizado por efectivos de la DDI de Lomas de Zamora y de la Policía Científica en el barrio Renacer, al que, por los dichos de los detenidos, se dirigió “Lechuga” el 18 de julio pasado para cobrar una deuda. 

Las fuentes señalaron que las pericias se hicieron en la zona donde Nahuel Vargas, uno de los acusados por el crimen, declaró que había una vivienda que fue reducida a escombros horas después del asesinato. 

Según la investigación judicial, el comisario Córdoba fue clave para la planificación del homicidio de Pérez Algaba, ya que es señalado como quien le facilitó al principal sospechoso del crimen, Maximiliano Pilepich, un número de teléfono a nombre del Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, con el que se cree que el acusado se comunicó con sus cómplices en las horas previas y posteriores al asesinato.

Para el abogado de la familia de la víctima, el policía, que se desempeñaba como titular del área de Sistemas Informáticos de la Subsecretaría de Tecnología del mencionado ministerio, utilizó todos los recursos del organismo “para planificar y cometer el homicidio, como así también para lograr su impunidad”.

Además de Córdoba, Vargas y Pilepich, se encuentran detenidos Luis Contreras, Matías Gil, Fernando Carrizo y Flavia Bomrad, todos ellos acusados por “homicidio cuádruplemente calificado por el uso de arma, alevosía, codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas”.

Fernando Pérez Algaba fue visto por última vez el 18 de julio, cuando se dirigió a General Rodríguez para reunirse con Pilepich y Vargas, quienes supuestamente debían saldar una deuda que tenían con él.

Sin embargo, desde entonces no se supo más nada del “trader”, hasta que su cuerpo fue encontrado días después descuartizado y dentro de una valija en un arroyo de la localidad de Ingeniero Budge.