Buscan intensamente a tres presos que se fugaron de una alcaidía en Berazategui
Los prófugos, acusados por robo calificado, rompieron los barrotes de una ventana para escapar del centro carcelario de la localidad bonaerense, que fue inaugurado hace un año.
Este domingo continuaba la intensa búsqueda de tres presos que escaparon de la Alcaidía de Berazategui en la madrugada del sábado, luego de limar los barrotes de su celda y saltar un paredón. Se desplegó un amplio operativo policial para intentar atraparlos, pero todavía continuaban prófugos más de 24 horas después de fugarse, según informaron fuentes policiales y judiciales.
El escape se dio minutos después de las 3 de la mañana del 2 de marzo, cuando los tres reclusos, identificados como José María Cortez Ramírez (45 años), Cristian Fernando López (36) y Marco Agustín Pérez (23) rompieron los barrotes y lograron salir del predio, inaugurado hace apenas un año.
De acuerdo con las fuentes, la huida de quienes ocupaban una de las celdas del flamante centro quedó registrada por las cámaras de seguridad del lugar, del cual escaparon saltando un paredón y, aparentemente, sin la colaboración de otras personas.
Los criminales que se fugaron estaban detenidos por robo con arma. y, según el primer informe policial, colocaron una manta en la ventana como si fuera un toldo para limitar la visión del personal del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). Así, rompieron los barrotes y salieron a un patio interno del pabellón.
Ya en el centro de esa zona de la alcaidía ubicada sobre la avenida Padre Mugica, entre 160 y 161, los detenidos salieron del perímetro y terminaron huyendo sin ser vistos por los policías, que detectaron su ausencia varios minutos después.
En el caso interviene la fiscal Silvia Borrone, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 4, quien solicitó las pericias de rigor a fin de establecer cómo escaparon los detenidos, además de emitir una orden de captura contra los tres.
La alcaidía epicentro del escape fue puesta en marcha en marzo del 2023, en el marco de un plan de infraestructura penitenciaria de la provincia de Buenos Aires y cuenta con una capacidad de 312 plazas.
El establecimiento carcelario está destinado al traslado de quienes están detenidos en comisarías, en la mayoría de los casos abarrotadas y excedidas en el territorio bonaerense. Tiene tres módulos en un total de 5.900 metros cuadrados cubiertos y 900 de patios y espacios verdes, construidos de acuerdo a las Reglas Mandela de Naciones Unidas para el tratamiento de reclusos.