Joe Biden juró este miércoles como nuevo presidente de los Estados Unidos y abrió una nueva era. A contramano de su antecesor, Donald Trump, quien optó por ensanchar la división en el país como nunca antes, en su discurso iniciático el flamante mandatario ensayó un fuerte llamado a la unidad de todos los norteamericanos.

Con esa misma línea lo felicitó el gobierno de Alberto Fernández, quien a través de un comunicado de la Cancillería, expresó que la Argentina "desea fortalecer las relaciones y que se respete a los organismos multilaterales". "Espera también que no se apueste a la desunión de nuestras naciones como en la etapa anterior", agregaron, en una enfática alusión a la gestión del magnate republicano.

Luego de que Trump respaldara a la administración de Mauricio Macri desde su llegada a la Casa Blanca y avalara el mayor préstamo de la historia del Fondo Monetario Internacional para salvaguardar al gobierno de su amigo -fueron U$S 54.000 millones y Estados Unidos, como mayor accionista del organismo internacional, jugó un papel clave-, el desembarco de Biden en el poder no advierte, en teoría, un giro brusco en la relación -casi nula- de Trump con Fernández.

Sin embargo, el país norteamericano es uno de los mayores inversores de la Argentina y la Casa Rosada se encuentra en plena negociación con el FMI para reestructurar la deuda. Por eso, el canciller Felipe Solá bregó, desde el inicio de su gestión, por una "relación madura".

En ese contexto, algunos dirigentes han mantenido un mayor acercamiento con Biden, entre los que destacan el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, el ministro de Economía, Martín Guzmán, el embajador ante los Estados Unidos, Jorge Argüello, y el ex representante diplomático en Washington, Martín Lousteau.

Los argentinos mejor posicionados con la asunción de Biden

Massa conoció al presidente norteamericano en 2014, cuando compartieron una cena en la casa de un amigo en común. Desde ese entonces, mantuvieron un vínculo fluido, que reflejaron en público en enero del 2016 cuando se encontraron en el Foro Económico de Davos.

Aquella cumbre mundial, la primera de Mauricio Macri como mandatario nacional, tuvo al tigrense como protagonista por decisión del líder del PRO. Massa formó parte de la comitiva oficial para atraer inversiones hacia la Argentina y “reinsertarla en el mundo”, en un gesto destinado a generar confianza y dar muestras de estabilidad.

Macri y el entonces vicepresidente de Obama sostuvieron un cónclave del que también participó el tigrense. Cuando terminó el encuentro, Biden le pidió a la prensa estadounidense que viera algo que "el nuevo presidente trajo al líder de la oposición con él". "Es lo que tenemos que hacer en casa", remató, y le sonrió a Massa, con quien luego tuvo una reunión privada.

El ministro de Economía, Martín Guzmán, tampoco es un actor de reparto de cara a la futura relación con la administración de Biden. Encargado de reestructurar el 99% de la deuda externa con los acreedores privados y en negociaciones con el FMI, vivió 12 años en los Estados Unidos y transitó varias universidades de Nueva York y el Este, todos lugares más proclives a los demócratas.

"Tiene una vinculación habitual con muchos de ellos desde hace muchos años. Conoce a Janet Yellen, la secretaria del Tesoro entrante, y tiene relación con altas autoridades del Partido Demócrata. Viajó mucho a lo largo de su estadía en Estados Unidos por reestructuraciones de deuda de países y también tiene un nexo con varios demócratas en Joseph Stiglitz", confiaron a El Canciller fuentes de su entorno.

Mientras el conteo de la elección presidencial estadounidense estaba al rojo vivo, Guzmán ya había adelantado su preferencia por un triunfo demócrata. "No es lo mismo Trump que Biden. Cambiaría el tema del multilateralismo, las relaciones internacionales. Estados Unidos tiene el rol primordial en determinar los equilibrios geopolíticos, y tienen visiones diferentes sobre cómo enfocar la política internacional", aclaró.

Por su parte, Jorge Argüello fue una de las 1.000 personas que presenciaron este miércoles la asunción de Biden en el Capitolio, en representación de la diplomacia nacional. No será la primera vez que trate con las más altas esferas demócratas: ya se desempeñó como embajador en Washington entre 2011 y 2012 y participó del primer año de gobierno de Barack Obama (con Biden de vice).

Previo al acto de toma de poder, Argüello afirmó que una eventual reunión entre Fernández y Biden se concretará "ni bien se pueda", ya que se está "trabajando para eso". "El Gobierno argentino aspira a tener un encuentro bilateral y entiendo que lo mismo ocurre al revés", esgrimió.

En tanto, Martín Lousteau fue el embajador nacional en Estados Unidos en 2016 -último año de Obama y Biden-, y Horacio Rodríguez Larreta fue uno de los pocos funcionarios que saludó al flamante presidente norteamericano cuando venció a Trump. "Comparto su visión de superar las divisiones y gobernar para todos los ciudadanos, independientemente de sus preferencias políticas", sostuvo.