Al menos 13 personas murieron y cuatro resultaron heridas por la explosión de una fábrica de municiones en el noroeste de Turquía, donde las autoridades investigan las causas del siniestro que dejó la zona arrasada.

El estallido tuvo lugar en una instalación ubicada en el distrito de Karesi, en la provincia de Balikesir.

El ministro del Interior Ali Yerlikaya expresó que los equipos de respuesta de emergencia actuaron con rapidez para controlar la situación y prestar asistencia médica a los heridos. Por su parte, el presidente Tayyip Erdogan se mostró "profundamente entristecido" por las víctimas.

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De acuerdo con las primeras informaciones, la fábrica -que comenzó a funcionar en 2014- producía munición para armas ligeras y las autoridades se encuentran realizando las pesquisas para determinar los motivos del hecho.

Por su parte, el alcalde de Balikesir, Ahmet Akin, declaró a la cadena local CNN Turk respecto de los sobrevivientes: "Todos fueron evacuados de forma segura tras la explosión y no hay pruebas que sugieran un sabotaje".

No obstante, se encuentra abierta una investigación exhaustiva para establecer qué fue lo que pasó, según confirmó el ministro de Justicia, Yilmaz Tunc, en la red social X.