El impacto de los teléfonos celulares y de las pantallas en general es un tema de preocupación en la sociedad. Los padres temen por la cantidad de horas que sus hijos pasan inmersos en el mundo digital, mientras que muchos adultos reconocen sus adicciones a estos aparatos. 

En busca de cambiar esta realidad, un pueblo francés de no más de 2.000 habitantes tomó cartas en el asunto y votó tres drásticas medidas para regular su uso. 

De acuerdo con un artículo publicado en el diario británico The Guardian, el poblado de Seine-Port, situado en el área de Seine-et-Marne, al sur de París, prohibió usar el celular en la calle y se declaró en contra de los smartphones y de las pantallas en general, en una serie de medidas que se votaron a través de un referéndum

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El resultado de la votación trajo varias consecuencias. La primera y la más notable, aparte de no poder usar el teléfono en público, es que los adultos y los niños se verán obligados a interactuar entre ellos mientras estén en la calle, en un parque o en un restaurante.

En segundo lugar, se aprobó una medida para regular el uso de pantallas de los niños. De acuerdo con la misma, no pueden acceder a ellas por la mañana, tenerlas en sus habitaciones, usarlas antes de ir a dormir, ni tampoco durante las comidas.

Por otra parte, los adolescentes también tendrán consecuencias especiales. Si sus padres firman un acuerdo para no darle a su hijo ninguna clase de teléfono antes de los 15 años, será el propio ayuntamiento de Seine-Port el que le brinde al niño un teléfono que sólo sirva para llamar y enviar mensajes de texto tradicionales cuando cumpla la edad requerida.

En Francia, los smartphones y el tiempo de exposición a pantallas se están convirtiendo en un asunto político. El presidente Emmanuel Macron dijo que consultaría a expertos científicos para determinar "un mejor uso de las pantallas" de cara a niños y adolescentes, lo que sugiere que este tipo de prohibiciones podrían extenderse a todo el país.