Tres claves para entender el impacto de la victoria demócrata en América Latina
La derrota de Trump implican un giro político que tendrá sus repercusiones en la región.
Finalmente, el aspirante demócrata Joe Biden llegó a la presidencia norteamericana y abrirá una nueva era política para el país y el mundo. Durante los últimos cuatro años, la administración Trump desplegó una política exterior caracterizada por la confrontación, el enfrentamiento y, en el caso de América Latina, con una impronta fuertemente intervencionista. ¿Qué se puede esperar con el cambio de Gobierno en Washington?
Menos proteccionismo
El mandato de Trump estuvo muy marcado por su guerra comercial con China y por una agresiva política proteccionista incluso contra sus aliados de la Unión Europea o en la renegociación del NAFTA con México y Canadá. En ese sentido, América Latina no fue la excepción.
La administración republicana amenazó con imponer aranceles a las importaciones argentinas y brasileras de biodisel al igual que en otra serie de productos. Las gestiones oficiales permitieron eximir de estos gravámenes a las exportaciones pero fue una expresión del cambio de etapa. Al mismo tiempo, Washington realizó una fuerte presión para evitar el avance de las inversiones y los acuerdos comerciales con Pekín. No obstante, el gobierno chino logró imponerse como uno de los principales socios comerciales de la región.
Desde ese punto de vista, un triunfo electoral de Biden no quitará de la agenda el enfrentamiento con China pero, sin duda, suavizará las estrategias empleadas y buscará ser un factor de estímulo. El periodista Andrés Oppenheimer advierte que "las empresas estadounidenses exportaron $571,000 millones a América Latina en 2019, tres veces más que los $164,000 millones que exportaron a China, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)".
La diplomacia al frente
Bajo la administración Trump, la Casa Blanca viró de una política de mano tendida a países como Cuba y Venezuela a un plano de confrontación abierta. El regreso de las sanciones económicas y diplomáticas incluyó una cuota significativa de intromisión en la vida doméstica de los países regionales.
En ese sentido, Washington jugó una apuesta fuerte con el reconomiento de Juan Guaidó como presidente legitimo venezolano y alentó incluso una salida e intervención militar. A pesar de esta ofensiva, los resultados alcanzados por Trump en ese terreno fueron escasos en tanto Cuba, Venezuela y Nicaragua mantienen sus respectivos gobiernos.
Como parte de ir buscando otro perfil para la región, Biden anticipó que reestablecerá "las políticas regionales basadas en el respeto" y calificó a la administración republicana como "un desastre ineficaz", en declaraciones recogidas por la agencia EFE.
Poder Latino
La población latina en Estados Unidos actualmente se ubica en un récord de "32 millones de personas con derecho a votar, un 13,3% de todos los votantes". A su vez, se estima que en el país hay entre 10.500.000 y 12 millones de inmigrantes indocumentados, de los cuales su gran mayoría proviene de países latinoamericanos.
En sus primeros tres años de mandato, Trump deportó a casi 800 mil personas que no contaban con el estatus de residente legal y, en plena pandemia del coronavirus, expulsó a 10 mil más, de acuerdo a denuncias de organizaciones de Derechos Humanos.
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Desde la campaña de Biden prometen extender los Estatus de Protección Temporal para personas en situación de irregularidad y llevar adelante "una reforma migratoria integral". Una propuesta de este tipo ya había sido promovida por la presidencia de Barack Obama pero la mayoría republicana en el Senado bloqueó su tratamiento, un escenario que muy posiblemente se repita y que el mandatario electo deberá saber sortear.