Las graves e históricas inundaciones que devastaron el estado del sur brasileño Rio Grande do Sul dejaron hasta el momento 155 fallecidos y 94 personas que aún permanecen desaparecidas. El violento avance del agua obligó a las autoridades a planificar una medida de emergencia para albergar a unos 8.000 ciudadanos desplazados de la región arrasada. 

Cerca de medio millón de personas debieron abandonar sus hogares mientras que 77.000 se encuentran en refugios públicos. Además, los científicos advierten que las inundaciones pueden tardar un mes o más en ceder

Frente a este panorama, el gobierno estatal está planificando estructuras temporales, con dormitorios individuales y baños, cocinas y lavanderías colectivas para los miles que se refugian en escuelas, iglesias y estadios, según informó el vicegobernador Gabriel Souza

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Dado que muchos edificios públicos que sirven como refugios deberán retomar sus funciones cotidianas y los voluntarios que los atienden deberán volver a sus rutinas, Souza informó en declaraciones a la agencia internacional de noticias Reuters, que el Gobierno identificó ubicaciones en la capital del estado, Porto Alegre, y en las cercanas Canoas y Sao Leopoldo, que cumplen con los requisitos para albergar las estructuras previstas.

Las autoridades también están buscando al menos un lugar más con servicios en la ciudad de Guaiba, muy inundada. "Parte de esta gente, lamentablemente, no tiene adónde ir", explicó el funcionario.

De las aproximadamente 50.000 personas que se encuentran en refugios públicos en esas cuatro ciudades, el gobierno estatal estima que alrededor del 15% necesitará alojamiento a largo plazo en las estructuras temporales. 

La agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) anunció la donación de 108 unidades de una estructura temporal normalmente utilizada en los campos de refugiados a la afectadísima Rio Grande do Sul .

Las impactantes inundaciones también destruyeron rutas y puentes en varias regiones, por lo que se generaron corrimientos de tierras y el derrumbe parcial de una presa perteneciente a una pequeña central hidroeléctrica. 

En las últimas horas, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva indicó que el Congreso aprobó un decreto que establece el envío de 50.000 millones de reales para los damnificados, dinero equivale a unos USD 9.800 millones.

En tanto, el martes pasado, el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB, por sus siglas en inglés) del grupo BRICS -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- anunció a través de su presidenta, la exmandataria brasileña Dilma Rousseff, que destinará al estado sureño 5.750 millones de reales, equivalentes a USD 1.115 millones, con el objetivo de reconstruir la zona que atraviesa las peores inundaciones de su historia.