Tras una semana de tensiones y amenazas de aranceles, la Casa Blanca dio por finalizado el conflicto con Colombia por la deportación de un grupo de migrantes, los cuales serán enviados a su país sin restricciones en aviones militares, según acordaron los gobiernos después de que Donald Trump decidiera sancionar a la administración de Gustavo Petro por negarse a recibir dos aviones con ciudadanos expulsados de Estados Unidos.

Luego de que Petro impidiera el ingreso de sus compatriotas, Trump había anunciado una serie de sanciones económicas y migratorias contra el país sudamericano, las cuales incluían la aplicación de aranceles de emergencia sobre las importaciones y la prohibición de viajar a sus funcionarios.

A través de su red social Truth, el líder republicano cuestionó que el mandatario "socialista" negara el aterrizaje de dos vuelos de repatriación "con un gran número de delincuentes Ilegales" y advirtió que eso "ha puesto en peligro la Seguridad Nacional y la Seguridad Pública" de la nación norteamericana.

La tensión había escalado después de que el líder latinoamericano asegurara al republicano que "su bloqueo" no lo "asustaba", y advirtiera que si Washington imponía aranceles al "fruto del trabajo humano", Colombia haría "lo mismo".

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Finalmente, las autoridades estadounidenses anunciaron el cierre de la crisis al afirmar que el Gobierno de Bogotá aceptó "todos los términos del presidente Trump" relacionados con el retorno de los compatriotas desde Estados Unidos.

En un comunicado, detallaron que, a partir del acuerdo alcanzado se suspendieron los aranceles prometidos contra las importaciones colombianas y las sanciones, siempre y cuando Colombia cumpla con los términos establecidos.

Trump había anticipado "medidas de represalia urgentes y decisivas", como "aranceles de emergencia del 25% sobre todos los bienes que ingresan a Estados Unidos", los cuales se elevarían al 50% "en una semana".

Además, el magnate había dispuesto la prohibición de viajar para los funcionarios del gobierno colombiano y todos los aliados y partidarios; y las revocaciones inmediatas de sus visas, como también penalizaciones a las de sus familiares.

"Estas medidas son sólo el comienzo", había amenazado Trump al sentenciar: "¡No permitiremos que el gobierno colombiano viole sus obligaciones legales con respecto a la aceptación y el regreso de los criminales que obligaron a ingresar a los Estados Unidos!".

En paralelo, Brasil le reclamó al país norteamericano por haber tenido un "trato denigrante" con migrantes que fueron deportados tras ser arrestados por permanecer en el país de forma ilegal y quienes, según la administración de Luiz Inácio Lula Da Silva, llegaron a ser atados dentro del avión que los llevaba de vuelta a su tierra natal.