Dos ladrones enmascarados entraron a robar al Castillo de Windsor -propiedad que la realeza británica posee al oeste de Londres- y se llevaron dos vehículos agrícolas mientras los príncipes de Gales, William y Kate, y sus tres hijos dormían.

El hecho vandálico, que fue dado a conocer este lunes por el diario The Sun, tuvo lugar el pasado domingo 13 de octubre, cuando los delincuentes saltaron por una valla de unos dos metros de altura para ingresar al terreno real.

De acuerdo a la información brindada por el mismo medio, los ladrones huyeron en los mismos vehículos que robaron: una camioneta y un cuatriciclo que estaban guardados en un granero y con los que atravesaron la puerta de seguridad de la propiedad.

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Según trascendió, el rey Carlos y la reina Camila no estaban en la residencia, pero se cree que Guillermo y Catalina (William y Kate), ambos de 42 años, se encontraban en Adelaide Cottage -una casa histórica ubicada en el mismo terreno que el Castillo de Windsor- junto a sus hijos George, de 11; Charlotte, de 9; y Louis, de 6.

Una fuente citada por The Sun precisó que cuando el robo ocurrió "era una noche de domingo en una semana escolar, por lo que los jóvenes príncipes y princesas estarían acostados".

Asimismo, advirtió que los asaltantes "tendrían que haber sabido que los vehículos estaban almacenados allí antes de entrar y saber cuál era el mejor momento para llegar y escapar sin ser atrapados", por lo que sostuvo que "deben haber estado vigilando" la propiedad "por un tiempo".

"Hay alarmas en el Castillo de Windsor, pero la primera vez que alguien se enteró de que había un robo fue cuando atravesaron la barrera de seguridad en la puerta de salida de la granja Shaw". Además,  detalló que "la barrera tuvo que ser reemplazada porque estaba muy dañada".