Después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, difundiera un plan de tres fases ideado por Israel que marcaría la "hoja de ruta hacia un alto al fuego duradero", el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, afirmó este sábado que no habría un cese de hostilidades permanente en la Franja de Gaza hasta que se destruyan todas las capacidades militares y de Gobierno de la organización terrorista Hamas.

"Las condiciones de Israel para poner fin a la guerra no han cambiado: la destrucción de las capacidades militares y de Gobierno de Hamas, la liberación de todos los rehenes y garantizar que Gaza deje de suponer una amenaza", destacó Netanyahu.

"Seguiremos insistiendo en que se cumplan estas condiciones. La idea de que aceptaremos un alto al fuego permanente antes de que se cumplan estas condiciones no tiene ningún fundamento", añadió.

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Las declaraciones se produjeron menos de 24 horas después de que Biden difundiera en las redes sociales un plan que tenía como objetivo final la "reconstrucción de Gaza" y el regreso con sus familias de todos los rehenes secuestrados por Hamas.

Según el mandatario, esta propuesta también fue enviada a los líderes del grupo que gobierna el enclave palestino mediante Qatar.

La iniciativa de Estados Unidos llegó tras uno de los ataques más intensos adjudicados a Israel desde el inicio de la guerra, el 7 de octubre del año pasado. El domingo último, una ofensiva aérea dirigida desde Tel Aviv provocó un enorme incendio que mató a al menos 45 personas en un campamento de refugiados palestinos en la ciudad gazatí de Rafah, generando la condena de líderes mundiales.

Más de la mitad de los fallecidos eran mujeres, niños y ancianos, según informaron las autoridades sanitarias de Gaza, que añadieron que era probable que aumentara el número de muertos por quemaduras graves.

Netanyahu mantiene sus ataques en Rafah a pesar de la sentencia del máximo tribunal de la ONU, que el viernes de la semana pasada le ordenó detenerlos.