Las consecuencias de la invasión rusa a Ucrania en Argentina: diplomacia, precios y balanza comercial
En el aniversario de la guerra, un repaso por los efectos directos del conflicto. Desde el auge del campo hasta los aumentos en combustibles, la contienda tuvo un fuerte impacto en la economía nacional.
El 24 de febrero de 2022, hace un año, la Argentina y el mundo amanecían con la noticia de que Rusia había invadido Ucrania. Durante las primeras semanas, la comunidad internacional estuvo a la expectativa de cómo escalaría este conflicto, de la reacción de la OTAN y del impacto que esto tendría en la economía mundial.
En el primer aniversario de lo que muchos aún ven como la semilla de la Tercera Guerra Mundial, cabe preguntarse cómo afectó el conflicto a la Argentina.
Una reunión inoportuna
En los primeros días de la invasión, la Argentina estuvo en medio de la tormenta. Menos de un mes antes de que Putin anunciara su “operación militar especial”, Alberto se había reunido con el mandatario ruso en Moscú. "Argentina tiene que ser la puerta de entrada para que Rusia ingrese en América Latina", dijo entonces el Presidente.
Fernández mantenía una buena relación diplomática con su par Ruso, como lo había hecho antes Cristina Kirchner. Durante la pandemia, el gobierno argentino fue uno de los primeros en apostar por la vacuna de fabricación rusa, la Sputnik V. La decisión le trajo no pocos problemas internos al oficialismo, criticado entonces por no elegir las opciones de Pfizer y Moderna.
Idas y vueltas
La comunidad internacional, sin embargo, se alineó rápidamente con la OTAN. La Argentina no tardó mucho más en suscribir al repudio a Putin: aunque originalmente había instado a “encontrar una solución pacífica” del conflicto sin hacer mención a Rusia, Cerruti leyó un comunicado, el 25 de febrero del 2022, expresando el “firme rechazo del uso de la fuerza armada” y llamando a Rusia a “cesar las acciones militares”.
La postura del Gobierno no cambiaría a lo largo de la guerra, que continúa hasta hoy. Incluso, en octubre del año pasado, la delegación argentina en la ONU votó a favor de la condena a Rusia por la anexión de algunas regiones ucranianas en las que Moscú impuso diferentes referéndums.
¿El granero del mundo?
Rusia y Ucrania son dos países exportadores de materias primas, por lo que el conflicto entre ambos hizo que se dispararan los precios internacionales. Rusia es uno de los principales países exportadores de energía, principalmente de gas natural, mientras que Ucrania pisa fuerte en el comercio de granos y fertilizantes.
Al estallar el conflicto, y como en otras épocas, el país se vio beneficiado por la suba de precios en granos y cereales: a una convaleciente Ucrania se le hacía muy difícil comerciar, mientras que la Argentina tiene una larga tradición en la producción de estos cultivos. Las ganancias locales en el rubro pasaron de US $4.353 millones en 2021 a US $8.125 millones en el año de la guerra. En comparación con lo que el Gobierno había proyectado, el aumento total fue de US$617 millones.
Nueva oportunidad desperdiciada: energía, fletes y fertilizantes
La balanza comercial, sin embargo, no se vio beneficiada por los vientos en popa del campo. Es que el sector energético sufrió un aumento de precios consecuente con la situación de la Federación Rusa, lo que tuvo alto impacto en un país que todavía importa energía, a pesar de tener los recursos para exportarla.
Al no tener capacidad de extracción, la Argentina importó energía como lo venía haciendo, pero sufriendo el encarecimiento de precios: el valor de esas importaciones pasó de US $7.147 millones en 2021 a US $14.138 millones en 2022.
Otro de los campos que más aumentos sufrió fue el de los fletes, que refiere al transporte comercial marítimo y aéreo. El costo de los fletes para exportación sufrió un aumento de US$1.800 millones en relación a las estimaciones anteriores a la guerra.
Por caso, la Bolsa de Comercio de Rosario estimó un aumento en los costos para exportar la cosecha cercano al 62% respecto a la campaña 2020-2021.
En cuanto al impacto en los precios de los fertilizantes, se estimó que la Argentina importa el 70% de ese producto, de manera que asumiendo una importación para 2022 igual a la realizada para el periodo 2020-2021, y manteniendo los precios vigentes durante el primer semestre de 2022, las importaciones ascenderían a US$4.400 millones durante todo el año pasado.
Un mundo en shock
Otro de los puntos que afectó fuertemente a la economía argentina fue que, en un contexto de incertidumbre en los mercados, la inversión extranjera se convirtió casi en una utopía. Argentina necesita de desembolsos de capitales privados que generen negocios para evitar caer más aún en los organismos de crédito internacionales.
Algunos economistas aseguran que la desestabilización de precios internacionales pudo haber significado otro “boom de las commodities” para la Argentina, pero que la imposibilidad de hacer uso de los recursos energéticos locales arruinaron la fiesta.
Con la agroindustria “a favor” y la energía “en contra”, la balanza comercial registró un déficit de US$4.940 millones.