La Policía abatió este martes al presunto autor del reciente atentado en Bruselas, quien asesinó a dos personas antes de fugarse en una moto, e hirió a otra horas más tarde. Las víctimas fatales llevaban puesta la camiseta de la selección nórdica, que se enfrentaba con Bélgica por la clasificación a la Eurocopa. Efectivos armados, que habían montado guardia frente al departamento del sospechoso en un suburbio de la capital belga, lo balearon cuando estaba en un café.

El primer ministro belga, Alexander de Croo, confirmó que el sospechoso era conocido como Abdesalem Al Guilani, un ciudadano tunecino que se encontraba ilegalmente en el país. En rueda de prensa, agregó: "Este ataque terrorista sacude los cimientos de nuestras sociedades pacíficas. Mis más sinceras condolencias al pueblo de Suecia. Juntos lucharemos contra el terrorista con una determinación aún mayor". 

El presunto atacante de 45 años ultimado por la policía, que se identificó como miembro del Estado Islámico y se atribuyó la responsabilidad en un vídeo publicado en Internet, hirió a otro ciudadano sueco en el centro de Bruselas el lunes por la noche. 

El tiroteo ocurrió en un momento de fuerte alerta por la seguridad en Europa, ya que el conflicto entre Israel y Hamas repercute a nivel mundial e implica una amenaza constante, sobre todo en el Viejo Continente. 

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No obstante, un fiscal federal belga aclaró que, hasta el momento, no hay evidencia de que el atacante tuviera algún vínculo con el grupo terrorista palestino

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En agosto, Suecia había elevado su alerta terrorista al segundo nivel más importante y había advertido sobre un aumento de las amenazas contra los suecos en el país y en el extranjero, después de que una quema del Corán indignara a los musulmanes y desencadenara amenazas de los yihadistas. 

Según una transcripción periodística del mensaje de video grabado por el autoproclamado perpetrador, el atacante dijo que había matado a los suecos para vengarse en nombre de los musulmanes.

En tanto, el ministro de Justicia Vincent Van Quickenborne declaró este martes que la policía belga conocía su relación con el tráfico de personas desde noviembre de 2019 y que vivía ilegalmente en el país.

Por su parte, el fiscal federal de Bélgica Fréderic Van Leeuw informó que la investigación se encuentra en curso y que fue asignada a un juez de instrucción de Bruselas especializado en terrorismo. 

Además, la ministra de Interior, Annelies Verlinden, resaltó: "El sospechoso no estaba en la lista OCAD (ligada al terrorismo) porque no era conocido por delitos terroristas en nuestras bases de datos". Siguiendo la misma línea, precisó que estaba incluido en los registros policiales "por hecho de derecho común en Túnez, pero no por hechos de terrorismo". 

Luego del reciente ataque, Bélgica aumentó la presencia policial en la capital y advirtió al público que esté más atento y evite viajes innecesarios