En junio de 2008, el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, se reunió con el entonces gobernador de Carolina del Sur, Mark Sanford. En ese encuentro, Macri consideró que Néstor Kirchner estaba "completamente loco" y advirtió que cuando gobernó entre 2003 y 2007 "todas las circunstancias externas estuvieron a favor de la Argentina" y "nublaron la vista de la gente". "Pero hora está claro. Simplemente está loco", remató.

En agosto de ese mismo año, Macri se reunió con el representante del Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, Carl Meacham, y manifestó más críticas al expresidente y a la entonces mandataria, Cristina Fernández: dijo que habían llevado sus políticas "al límite" y advirtió incluso que la jefa de Estado podría no completar su mandato y que los argentinos estarían "felices" de verla caer. También habló sobre el "antiamericanismo" de los Kirchner y cuestionó la actitud "pasiva" del Gobierno de George Bush al respecto

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En noviembre de 2009, Macri visitó a la entonces embajadora de Estados Unidos en Argentina, Vilma Martínez, y volvió a reclamarle que el Gobierno norteamericano, ya en poder de Barack Obama, era "demasiado suave" los Kirchner, teniendo en cuenta la orientación política del matrimonio presidencial, sus declaraciones en contra de la injerencia de ese país en América Latina y, sobre todo, sus aliados estratégicos. 

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En la reunión con Martínez, según el documento filtrado, Macri repitió una conversación anterior con el entonces subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon (el principal funcionario del Departamento de Estado para América Latina) sobre la necesidad de establecer límites a la "mala conducta" de los Kirchner y la supuesta "suavidad" del Gobierno de Estados Unidos contra el matrimonio presidencial. En particular, el entonces jefe de Gobierno porteño se quejó del "silencio" de la administración de Obama sobre el "maltrato abusivo" que sufrió Estados Unidos a manos de los Kirchner, como en la Cumbre de las Américas de Mar del Plata de 2005.

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El cable informa también sobre otras quejas y críticas de Macri a los Kirchner, como acusarlos de haber tenido "éxito en alienar a los Estados Unidos". La embajadora, según el documento, parecía estar en desacuerdo con esa afirmación y, por el contrario, le dejó en claro Washington consideraba a la Argentina una potencia agrícola que tenía mucho para aportarle al mundo. Incluso citó el papel de Argentina en el desarrollo de satélites que lanzará la NASA como prueba del "aprecio" del Gobierno norteamericano por el valor de alta tecnología que Argentina podría aportar. 

Entre los comentarios, Martínez mencionó la visión "maniquea" que Macri tenía del mundo e incluso lo comparó con Néstor Kirchner, su principal adversario: dijo que no tenía cuidado por las "sutilezas de la comunicación interpersonal, ya que "interrumpió bruscamente la reunión después de unos veinte minutos". Además, sostuvo que el reclamo que le hizo sobre responder a las supuestas agresiones del matrimonio presidencial contra Estados Unidos era "un deseo poco realista".