Este lunes, Israel acordó enviar a Qatar una delegación encabezada por su jefe del Mosad, con el fin de mantener conversaciones con el grupo extremista Hamas en las que ofrecerá una tregua de seis semanas en Gaza, a cambio de la liberación de 40 rehenes.

Esta fase de las negociaciones podría durar al menos dos semanas, según estimó el representante israelí, dadas las dificultades que podrían tener los delegados extranjeros de Hamas para comunicarse con aquellos miembros desplegados en el enclave asediado tras más de cinco meses de guerra.

Además, solicitó al gabinete "tiempo y flexibilidad" para poder negociar y de esa forma "mejorar el acuerdo", teniendo en cuenta que serán las primeras conversaciones desde el inicio del Ramadán, hace una semana, y luego de varios fracasos por parte de los mediadores. 

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En primer lugar, los negociadores tenían como objetivo una tregua de seis semanas en Ramadán, algo a lo que los extremistas palestinos no accedieron. En cambio, solicitaron el alto al fuego permanente y la retirada de las tropas israelíes, pero Israel se negó. 

A pesar de esto, el grupo terrorista presentó una nueva propuesta que consta de tres etapas y sobre la que Israel accedió a dialogar. Esta iniciativa también acabaría en un cese de las hostilidades. 

La primera de las instancias implica una tregua de seis semanas, que incluiría la liberación de 40 rehenes (mujeres, enfermos y ancianos) a cambio de 350 prisioneros palestinos. Además, las tropas israelíes liberarían dos carreteras principales de Gaza, lo que permitiría el tránsito hacia el norte. 

En la segunda, las partes firmarían el alto el fuego permanente y Hamas liberaría a todos los rehenes vivos restantes, a cambio de más prisioneros palestinos. En la última etapa, los islamistas entregarían los cuerpos de los cautivos muertos, con la condición de que Israel levante el bloqueo de Gaza y permita su reconstrucción. 

Más de 31.600 habitantes del pequeño enclave que es epicentro del renovado conflicto murieron en más cinco meses de guerra, en una batalla que comenzó el 7 de octubre tras el brutal ataque de Hamas en Israel que dejó unos 1.200 muertos y 253 secuestrados. En noviembre pasado, se realizó un "intercambio" de 105 israelíes secuestrados y 240 prisioneros palestinos.