Esta semana, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y la Unión Europea (UE) anunciaron un paquete de medidas para sancionar a Rusia por sus acciones en Ucrania. Posiblemente la más severa sea la ejecutada en las últimas horas: la expulsión de algunos bancos rusos del sistema SWIFT, la red internacional de pagos.

Inicialmente, la UE no incluyó esta medida dentro de las primeras sanciones porque algunos de los países miembros como Alemania, Italia, Hungría y Chipre tienen fuertes lazos económicos con Rusia y la expulsión del gigante euroasiático generaría graves consecuencias para ellos.

 ¿Qué es el SWIFT? La Society for World Interbank Financial Telecommunication (SWIFT) conocida en español como "Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales" es una cooperativa de sociedades financieras, fundamentalmente bancos, que permite hacer transacciones internacionales. En otras palabras, es el principal sistema de mensajería que utilizan los bancos para realizar pagos transfronterizos rápidos y seguros.

 ¿Cuándo nació y cómo funciona? El sistema SWIFT se creó en 1973 con el objetivo de afianzar y hacer más seguro el comercio internacional en el marco de un contexto donde se ampliaban las fronteras de la globalización. Su funcionamiento es a través de códigos “BIC”, un cifrado internacional alfanumérico que puede constar de 8 u 11 caracteres con información sobre sucursales, cuentas y fechas de pago. Sirve, entre otras cosas, para identificar al banco beneficiario de una transferencia internacional. 

 ¿Quién controla la red? Fue creado por bancos estadounidenses y europeos, que no querían que una sola institución desarrollara su propio sistema de manera monopólica. La red es actualmente propiedad conjunta de más de 2.000 bancos e instituciones financieras.

¿Qué implica ser excluido del SWIFT? En términos sencillos, si se saca a Rusia del SWIFT, se estaría dejando al país, incluidas empresas, organizaciones, fábricas, bancos y más, sin la posibilidad de hacer transacciones internacionales, afectando directamente a su economía, su comercio y su capacidad de generar divisas.

¿Cuáles serían las consecuencias de esta medida?: Rusia automáticamente dejaría de recibir divisas, pero los países compradores, en primer lugar los europeos, no recibirán sus mercancías: petróleo, gas, metales y una gran porción de alimentos (Rusia es uno de los principales exportadores de trigo). 

¿Qué grado de consenso tiene esta decisión? Países como Estados Unidos y la Unión Europea no están del todo de acuerdo, porque la medida no solo tendría consecuencias para los rusos, sino para la economía global. Algunos analistas internacionales consideran que quitar a Rusia del SWIFT podría tener efectos colaterales y tampoco asegura que este “castigo financiero" finalice con la invasión a Ucrania. Inglaterra, sin embargo, es uno de los máximos impulsores.

¿Cómo se posiciona China en este escenario? Se cree que los bancos rusos podrían viabilizar sus pagos a través de países que no han impuesto sanciones, como China, que tiene su propio sistema de pagos. Esto le daría al gigante asiático un incentivo para reforzar su rival de SWIFT, el CIPS, e impulsar así los pagos transfronterizos en yuanes. Todo esto podría perjudicar el dominio del dólar estadounidense y su condición hegemónica en el sistema financiero mundial.