Este domingo, la organización de sindicatos más grandes de Israel, Histadrut, convocó a una huelga general para el lunes, que incluirá al aeropuerto internacional de Tel Aviv, en apoyo al movimiento de protesta que exige una tregua en Gaza con Hamas para que esta agrupación terrorista libere a los rehenes que aún mantiene en cautiverio tras su sangrienta incursión en territorio del Estado judío el 7 de octubre de 2023.

"Mañana, a partir de las 6, la economía israelí se detendrá. A las 8 se cerrará el aeropuerto y se suspenderán los despegues y aterrizajes", remarcó el presidente de la organización, Arnon Bar-David, en un comunicado. 

La decisión fue dada a conocer luego de que el Ejército israelí confirmara que seis rehenes fueron encontrados muertos en la Franja de Gaza, casi 11 meses después del inicio del conflicto tras la ofensiva del grupo palestino. Los restos fueron descubiertos el sábado "en un túnel subterráneo en la zona de Rafah", al sur de Palestina. 

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En otro tramo del escrito, el sindicato señaló que "no tolerará el abandono" de los rehenes y que "un acuerdo es más importante que cualquier otra cosa", además de apuntar que el Gobierno israelí no lo firmó "por consideraciones políticas". 

"Estamos recibiendo bolsas con cadáveres en lugar de un acuerdo. He llegado a la conclusión de que solo nuestra intervención podría movilizar a quienes necesitan ser movilizados", resaltaron. 

Las víctimas fueron identificadas como Carmel Gat; Eden Yerushalmi; Hersh Goldberg-Polin; Alexander Lobanov; Almog Sarusi y Ori Danino. Todos habían sido secuestrados el 7 de octubre de 2023. 

En poder de Hamas todavía siguen cautivas 97 personas de un total de 251 secuestradas, de las cuales se confirmó la muerte de al menos 33.

Como respuesta a la incursión del pasado 7 de octubre, que causó más de 1.100 muertos, Israel lanzó en su momento una contraofensiva en el enclave palestino. Según las autoridades sanitarias de Gaza, esa respuesta provocó el fallecimiento de más de 38.000 personas, mientras que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) calcula que casi dos millones fueron desplazadas.