El derrocado presidente sirio Bashar Al-Assad recibió asilo de Rusia "por razones humanitarias"
En un primer momento, se había barajado la posibilidad de que el mandatario estuviera oculto en los Emiratos Árabes. Finalmente, la agencia de noticias del Kremlin confirmó su recibimiento en Moscú, aunque el portavoz de Putin se negó a ratificarlo.
Luego de que el pasado domingo se consumara su huida de Siria, este lunes Moscú dio a conocer que el depuesto presidente Bashar Al-Assad y su familia recibieron asilo en Rusia por "razones humanitarias". El exmandatario fue derrocado tras una ofensiva de una alianza de rebeldes islamistas tras décadas de tiranía y guerra civil en el país de Oriente Medio.
"Rusia siempre estuvo a favor de una solución política para la crisis siria. Partimos de la necesidad de reanudar las negociaciones bajo los auspicios de la ONU", afirmó una fuente en el Kremlin, según consignó la agencia de noticias estatal TASS.
No obstante, el portavoz de Vladimir Putin se negó a ratificar la noticia al ser consultado: "No tengo nada para decirles".
Si bien en un primer momento se barajó la posibilidad de que Al-Assad hubiera escapado con rumbo a los Emiratos Árabes, el rastro de su avión se esfumó inicialmente tras un brusco descenso de altura, y luego trascendió su recepción en Moscú.
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Según indicó el medio internacional DW, una fuente gubernamental también señaló que el Kremlin ya está en contacto con los rebeldes sirios y que sus dirigentes "garantizaron la seguridad de las bases militares y las instituciones diplomáticas rusas en el territorio de Siria".
En la madrugada del pasado domingo, una coalición islamista rebelde tomó Damasco -la capital de Siria- y provocó la caída de Al-Assad, quien había sucedido a su papá en el poder en el 2000.
La oposición al régimen procedió con la toma de la segunda ciudad más poblada de ese país de Medio Oriente, mediante una ofensiva que exhibió la fragilidad de un país que, durante años, dependió en gran medida del apoyo militar de Rusia e Irán para mantener su control.
La caída de Damasco marca el fin de una era que comenzó en 1970, cuando Hafez Al-Assad, padre de Bashar, tomó el poder mediante un golpe de Estado. Bajo su liderazgo, Siria se convirtió en un actor clave en la política de la convulsionada región, aunque a menudo a costa de la represión interna. De hecho, en 2011, Bashar Al-Assad dio inicio a una guerra civil luego de haber reprimido una protesta masiva.